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Estudiantes secundarios de escuelas de la capital se congregaron ayer, a las 9.30, en la plaza 9 de Julio para reclamar la entrega de las netbooks. Se trataba de los alumnos de los colegios Ragone, Vicente Solá, Joaquín Castellanos, Salvador Mazza, Calchaqui, Mera Figueroa, Aráoz y Walter Adet.
Según los manifestantes, las promesas que recibieron tanto desde la Nación como de autoridades provinciales aún no se cumplieron.
Los estudiantes, tras la concentración en el centro capitalino, marcharon al mediodía hacia la sede del Ministerio de Educación de calle San Luis 52, donde están situadas las oficinas de la Dirección de Secundaria.
En la puerta del edificio el Ministerio se apostó un grupo de policías de la Provincia, con el objetivo de impedir que el grupo, de alrededor de 200 estudiantes, entrara a la repartición.
Allí, los representantes de los alumnos movilizados exigieron hablar con el coordinador provincial del programa Conectar Igualdad, Cristian Javier Ortín.
El funcionario no salió nunca a atenderlos; en cambio, llamó a delegados de los diferentes establecimientos allí presentes para llegar a un acuerdo.
El ambiente, por momentos, se volvió tenso debido a la presencia de efectivos de la Policía frente al edificio.
La acción de algunas madres, y hasta de trabajadores de prensa, calmaron los ánimos de los uniformados y de los alumnos.
Desenlace
La reunión de Ortín con los delegados estudiantiles duró más de una hora.
El funcionario les prometió una respuesta definitiva para el próximo 21 de julio.
Como se sabe, para esa fecha los estudiantes estarán de vacaciones de invierno y será muy difícil congregar al grupo que se dio cita ayer.
Sin embargo, los estudiantes prometieron que si para esa fecha no tienen las netbooks, congregarán a más alumnos, y hasta podrían cortar calles y avenidas.
Sin explicaciones
Frente al edificio de la delegación del Ministerio de Educación se colocó una barrera, detrás de la cual se ubicaron los efectivos policiales.
Al frente del operativo, destinado a impedir que los chicos ingresaran al interior de la repartición, estuvo el oficial Cruz Vilte.
Ante la pregunta de El Tribuno sobre quién había ordenado el operativo, el uniformado se negó a dar la información.