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En la tarde de ayer un cibercafé y drugstore del macrocentro salteño, ubicado en la intersección de avenida Jujuy y calle San Juan, fue allanado por orden del Juzgado Federal 2, por una decena de efectivos de la División de Delitos Tecnológicos de la Policía Federal, con asiento en la Ciudad de Buenos Aires, apoyados por diversos móviles y con presencia de personal de la Brigada de Investigaciones de la Policía de Salta.
El llamativo operativo conjunto estuvo enmarcado en una vasta investigación acerca del tráfico de material pornográfico perteneciente a una red internacional de pedofilia, que en Salta al parecer tiene afincados a varios de sus miembros, exportadores de material audiovisual, cuyo origen se investiga.
Hubo total hermetismo oficial en torno al procedimiento, aunque una fuente deslizó que la investigación tiene varios meses de seguimiento y que en los últimos días se habría identificado el lugar exacto de donde se subían los materiales locales hacia las redes internacionales del deleznable e inhumano comercio.
Ese lugar, según los informantes, sería el ciber allanado en la víspera, que fue durante varias jornadas objeto de discretas vigilancias ordenadas por el magistrado interviniente, que al recibir las pericias técnicas de las oficinas federales que controlan el tráfico de internet, ordenó el secuestro de todos las computadoras y la identificación de los más acérrimos concurrentes al ciber.
Un centenar de curiosos siguieron las alternativas del allanamiento desde las distintas veredas y durante las tres horas que duró el mismo.
“Por el momento no hay detenidos ni dispondremos de la clausura del local hasta tanto lo ordene la Justicia Federal, pero me imagino que sin los elementos que estamos secuestrando es imposible su funcionamiento”, espetó el oficial de federal, vestido de civil.
Luego agregó: “No podemos brindar precisiones hasta tanto se crucen las informaciones locales y las de la división Delitos Tecnológicos, pero
la evidencia del ilícito partió de este lugar, de eso no tenemos ya ninguna duda”, cerró.
¿La sombra de Renato Maltoni?
El domingo 8 de julio un respetuoso pasajero de supuesta nacionalidad boliviana, pero con acento itálico falleció por causas naturales en el residencial Neos, ubicada en villa Ceferino, en esta capital. Al extinto se le halló entre sus pertenencias 54.000 euros, 36.000 dólares y 2.000 pesos argentinos. Además la Brigada de Investigaciones secuestró una agenda en la que abundaban datos sobre redes internacionales de pedofilia.
Días después, fue identificado como Renato Maltoni, profesor de antropología, prófugo, condenado a 13 años de prisión por abusos sexuales contra niños.