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La semana pasada, Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior, amenazó e hizo sacar de una reunión a la directora de Adecua ( Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios), Sandra González.
En las últimas horas se sumó otra denuncia más de maltrato hacia una mujer. Se trata de Paula de Conto, una despachante de aduana, que trabaja desde hace 17 años para una empresa de Brasil en nuestro país.
“Soy Guillermo Moreno, yo voy a hablar, vos te vas a callar la boca y cuando termine voy a cortar”, contó que le dijo Paula de Conto el secretario de Comercio Interior.
La mujer lo denunció ante la Justicia al funcionario por “abuso de autoridad” y “violencia de género”.
Según relató, Moreno la llamó de imprevisto a su celular el viernes 14 de septiembre. “Me dijo que yo trabajaba para una empresa fantasma, que ese era el motivo del llamado‘, aseguró de Conto. Y continuó: “Siguió gritando diciéndome que hoy me hablaba en estos términos y que mañana iba a ser en otros. Le dije si me estaba amenazando y me dijo; sí, te estoy amenazando y qué”.
Luego relató que “la compañía a la que hace mención es una empresa muy grande de Brasil, yo soy despachante de aduana de esa empresa, si es fantasma una empresa no se inscribe en la IGJ y en la AFIP. Importa teléfonos de línea y como no se pudo descargar con la gente de Brasil, fue por lo más cercano, que era yo”, señaló.
“Me terminó gritando que lo íbamos a hablar personalmente. El lunes pasado me mandó una persona a la oficina con una citación con membrete y firmada, me citó para el jueves, hablé con el importador, y una persona de Brasil viajó para esta reunión. Entramos y no nos dio derecho a nada, me dijo que me callara la boca, y yo le dije que no lo iba a hacer, que fui a escuchar una disculpa. Dijo que quería hablar con el Presidente de la empresa, adelante mío no lo hizo; a las otras dos personas les gritó de la misma forma, decía que él quería un gerente de ventas instalado en el país, que por eso para él era una empresa fantasma, y la verdad es que un gerente de ventas en el país no les sirve. Le dije si podíamos hablar normal, me señaló que no porque era su despacho y ahí manejaba las discusiones como él quería y en el tono que él deseaba”, sostuvo.
“Fueron tantos los gritos que entró una persona de seguridad, quien fue el que me acompañó a la salida. Con las dos personas que quedaron en su oficina el diálogo fue el mismo, a los gritos, no se llegó a nada, y les dijo que no iban a trabajar más en el país. Hice la denuncia en la fiscalía porque todos sabemos cómo son sus amenazas y nadie dice nada, creo que si todos nos vamos animando es mejor esto puede cambiar”, finalizó.