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El presidente colombiano Juan Manuel Santos anunció hoy que su gobierno y la guerrilla de las FARC firmaron un acuerdo marco para buscar poner fin al conflicto interno.
‘‘Este acuerdo no es ya la paz, ni se trata ya de la paz... es una hoja de ruta’’ para llegar a un acuerdo definitivo, dijo Santos en una alocución al país desde la casa de gobierno.
Agregó que los diálogos se llevarán a cabo fuera de Colombia: en Oslo, Noruega, en la primera quincena de octubre y luego en La Habana, Cuba.
El presidente Santos dijo que no creará zonas de despeje ni retirará a la fuerza pública de ningún lugar del país y que se negociará en medio del conflicto armado con plazos específicos para verificar el cumplimiento de acuerdos. ‘‘Si no hay avances, sencillamente no seguimos’’ en las negociaciones, sostuvo.
El jefe de Estado indicó que los contactos comenzaron hace más de un año y que durante los últimos seis meses hubo discusiones en La Habana para sellar el acuerdo marco que contiene cinco puntos: el desarrollo rural, las garantías para el ejercicio de la oposición política, el abandono de las armas y la integración de las FARC a la vida civil, el narcotráfico y los derechos de las víctimas. Santos no mencionó al Ejército de Liberación Nacional (ELN) como parte de las negociaciones ni quiénes serán los negociadores del gobierno.
Poco después en La Habana, miembros de la FARC difundieron un video en el que el comandante rebelde Rodrigo Londoño Echeverry, alias Timochenko’’, confirmó que ‘‘en la Cuba revolucionaria de Fidel (Castro) y el Che (Guevara), en la patria socialista de Jose Martí, nuestros delegados suscribieron el día 27 de agosto del presente año el denominado acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera’’.
Santos agradeció las gestiones tanto de Cuba como de Noruega, que ‘‘seguirán actuando como anfitriones y garantes’’ de los diálogos y explicó a la vez que Chile y Venezuela ‘‘serán acompañantes’’, sin dar mayores precisiones de cada rol.
Indicó que mientras se desarrollen los diálogos ‘‘el gobierno no hará concesiones de ningún tipo en el terreno militar’’.
‘‘Las operaciones militares... continuarán con la misma o con mayor intensidad’’, añadió el mandatario, quien estuvo acompañado de todo su gabinete y del alto mando militar y policial.
Cuba ha prestado en otras ocasiones su territorio para encuentros entre partes en conflicto como ocurrió con varias rondas de negociaciones con el ELN realizadas en la pasada década. El gobierno de la isla, sin embargo, rechaza hacer comentarios bajo el argumento de no perjudicar las negociaciones.
Las FARC cuentan con 9.000 miembros y el ELN con otros 3.000. El conflicto interno en Colombia ha dejado miles de víctimas fatales desde que comenzó hace casi 50 años.
‘‘TImochenko’’ llamó al pueblo colombiano a involucrarse en el proceso de paz.
‘‘Para nosotros es perfectamente claro que la llave de la paz no reposa en el bolsillo del presidente de la República. Tampoco en el del comandante de las FARC-EP. El verdadero y único depositario de tal llave es el pueblo de este país’’, dijo el comandante guerrillero.
Aunque el anuncio fue recibido con beneplácito por la mayoría de los analistas y la sociedad colombiana en general, algunos han advertido las dificultades de negociar en medio de las hostilidades.
Carlos Lozano, director del semanario Voz del Partido Comunista colombiano y activista y la ex senadora Piedad Córdoba, a quien las FARC han entregado más de 20 rehenes desde 2008, destacaron que en el pasado acciones atribuidas a la guerrilla o a la fuerza pública desembocaron en la ruptura de los diálogos, dentro y fuera de Colombia.
El ex rebelde del ya pacificado Movimiento 19 de Abril (M-19) y ex constituyente, Antonio Navarro, destacó en diálogo telefónico con la AP las marcadas diferencias de la sociedad, la guerrilla y el gobierno actuales con el primer acercamiento entre los bandos en los años 80.
Desde entonces y hasta mediados de los 90 las FARC experimentaron un progresivo crecimiento que los llevó a tener más de 15.000 miembros y se relacionaron con el narcotráfico, que se convirtió en una poderosa herramienta de financiamiento.
Pero a partir de 2002 y con la asistencia en fondos, tecnología y entrenamiento de Estados Unidos, la fuerza pública comenzó a golpear a la insurgencia.
Al menos tres jefes de la guerrilla han muerto desde 2008 en operaciones militares.
‘‘Timochenko’’ reconoció que las FARC llegaron al acuerdo con el gobierno de Santos acorraladas por la fuerza pública. ‘‘Llegamos a este nuevo intento de conciliación asediados no sólo por el mismo embate militar desatado una década atrás, sino con pedidos abiertamente... a recoger nuestras aspiraciones políticas y sociales’’.
Víctor Ricardo, jefe negociador del gobierno en un intento de diálogo en contactos iniciados a partir de 1998, dijo a la AP que ‘‘el país está expectante para saber cómo se van a llevar a cabo los diálogos... Qué agenda hay, cuáles son los negociadores y cómo va el tema del cese al fuego, que debe ser punto fundamental’’.
Rechazo de Uribe
El expresidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010) calificó hoy de ‘bofetada a la democracia‘ las negociaciones formales de paz que abrirá el Gobierno de Juan Manuel Santos con las FARC el próximo octubre en Oslo.
Uribe reaccionó con una dura crítica al Gobierno de su sucesor poco después del anuncio de Santos, quien confirmó que se ha alcanzado un acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para negociar con el objetivo de poner fin al conflicto armado interno que padece el país desde hace casi 50 años.
El expresidente se expresó así contrario a que el Gobierno vaya a acceder a ‘negociar la agenda del país con la guerrilla‘.
‘Las posibilidades de éxito están basadas en la negociación con ellos de la agenda del país, y eso sería un mal ejemplo para la democracia‘, afirmó Uribe en declaraciones a Caracol Televisión.
Uribe fue también muy crítico con los cinco puntos de la agenda de negociación pactada con las FARC, al censurar que el Gobierno vaya a negociar con la guerrilla sin que ésta cese previamente las actividades armadas.
En su opinión, la única salida al conflicto armado colombiano tendría que ser ‘un sometimiento a la justicia‘ por parte de la guerrilla.