La imprudencia y el azar terminaron con la vida de un nene en Entre Ríos. El niño de cuatro años murió ayer en Paraná a causa de las heridas de bala que recibió cuando su padre y su abuelo manipulaban una escopeta en medio de los festejos del Año Nuevo.
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La imprudencia y el azar terminaron con la vida de un nene en Entre Ríos. El niño de cuatro años murió ayer en Paraná a causa de las heridas de bala que recibió cuando su padre y su abuelo manipulaban una escopeta en medio de los festejos del Año Nuevo.
Tras el hecho fueron detenidos ambos adultos, aunque luego el mayor fue liberado y sólo quedó en prisión el padre del niño, informaron los medios entrerrianos.
El niño se encontraba junto a su familia en su vivienda del barrio El Radar, una zona empobrecida de la capital entrerriana, cuando, alrededor de las dos de ayer, el padre y el abuelo quisieron utilizar una escopeta para disparar al aire, a modo de celebración por la llegada del nuevo año.
En esa circunstancia el arma se disparó y al menos un perdigón impactó en el pequeño, quien fue llevado al Hospital San Roque de Paraná, donde murió en las primeras horas de la mañana de ayer.