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El tren partió a la hora señalada 17.45. Los padajeros se aprestaban a vivir un viaje de placer, pero todo terminó siendo una verdadera odisea. La formación que une Mar del Plata con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tardó 12 horas en llegar a la estación de Constitución, luego de quedar varado en dos oportunidades, al tiempo que los pasajeros denunciaron que hubo robos mientras esperaban para reanudar la marcha.
Según relataron los propios pasajeros cuando llegaron a Buenos Aires, el tren estuvo parado en dos oportunidades: poco antes de la medianoche quedó varado a la altura de la estación de Brandsen, mientras que más tarde ocurrió lo mismo en la localidad de Alejandro Korn. “Nos dijeron que era por una protesta de vecinos que habían hecho un piquete en las vías, ya que reclamaban para que pusieran una barrera en un paso a nivel”, dijo uno de los pasajeros a su llegada a Buenos Aires.
Según los usuarios, hubo “robos de carteras” y otras pertenencias a algunos de los pasajeros cuando el tren quedó detenido en Brandsen. También relataron que cuando estaban detenidos en esa estación se escucharon detonaciones de disparos, aparentemente hechos por efectivos de la Policía para impedir el accionar de los ladrones que querían aprovechar la “ocasión”.
En medio de esa situación, una importante cantidad de gente bajó del tren para intentar comprar agua o alimentos, y poco después la formación retomó la marcha. Pero al llegar a Alejandro Korn nuevamente se detuvo, por la presencia de vecinos que protestaban en las vías. En ese momento, según relataron los pasajeros, se ofreció un servicio de micros para trasladar a quienes quisieran hacia Constitución, lo cual demoró aún un tiempo más en concretarse.
Quienes subieron a los ómnibus llegaron a Constitución alrededor de las 5.30, mientras que los pasajeros que habían esperado arriba del tren finalmente terminaron el viaje poco después de las 6 de la mañana, cuando la formación arribó a la terminal.
“Nos mintieron. Habían cerrado un paso a nivel de un barrio, esa gente tiró la barrera y la tiraron sobre la vía porque no quisieron pagar un banderillero. No se trató de ningún piquete. Nos verduguearon por más de 8 horas”, detalló Juan Manuel, uno de los pasajeros afectados.
“Cuando paramos en Brandsen dejaron a mi hija y a varias personas más tiradas. No había ni agua en el tren”, agregó.
“Hubo agresiones al personal del tren porque la gente estaba furiosa. Hay una señora y una nena lastimada. Quiero que me paguen esto, que me den una respuesta. Si no pueden mantener el servicio entonces que no lo den”, concluyó indignado el pasajero.
Lo cierto es que el viaje de placer se convirtió en un viaje por el infierno mismo: Tiroteo, robos y demoras, como si fuese una película, pero en la vida real.