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Cinthia Alejandra Díaz (31), mamá de Jeremías, el bebé de cinco meses, y tía de Abigail, la nena de tres años, que murieron trágicamente al ser atropellados por un motociclista identificado como Gabriel Castedo junto con un menor de 15 años en estado de ebriedad, el 29 de diciembre en la avenida interurbana entre Tartagal y Mosconi, contó la dolorosa situación que atraviesa.
La mujer permanece internada en el hospital San Bernardo, ya que tiene la pierna derecha quebrada en tres partes y recién se enteró el viernes pasado de que su hijo y su sobrina habían fallecido en el accidente. Sus familiares esperaron un tiempo prudencial para contarle la terrible noticia, porque estuvo muy delicada de salud.
“Pido justicia porque esos malvivientes nos han destrozado la vida. Mis chiquitos ya no están con nosotros”, dijo la mujer totalmente quebrada emocionalmente.
“Ese día veníamos caminando con mi hermana Johana. Yo venía con el coche de mi bebé sobre la banquina, íbamos con mi sobrinita Abigail y otra sobrinita del corazón, una vecinita. En un momento sentí un impacto en la espalda a la altura de la cadera, escuché los gritos de mi hermana, no podía respirar, sentía que me ahogaba y vi todo negro, me desperté en el suelo y vi a mi sobrina inconsciente, pero no me acuerdo más nada. A mi bebé no lo escuche ni siquiera llorar. Recién ayer (por el viernes) me enteré de que habían fallecido. No me pude ni despedir de mis criaturas, ni siquiera eso pude por culpa de estas porquerías de personas. Tengo mucha rabia. Lo único que quiero es que ellos dos se refundan en la cárcel. Nada de lo que hagan me devolverá a mis niños. Debe haber justicia para que aprendan que no pueden andar así. Son delincuentes del volante”, sostuvo Díaz.
“Siempre sacábamos a pasear a nuestros hijos, pero nunca nos imaginamos que nos iba a pasar esto. Solo caminamos un trecho y dimos la vuelta. A 50 metros de la entrada al barrio Martínez Saravia nos atropellaron. Los motociclistas sabían que estábamos en la banquina, del sector derecho de la ruta. Venían zigzagueando”, aseguró Díaz.
La víctima ya fue sometida a dos intervenciones quirúrgicas y resta una tercera que está programada en dos semanas para colocarle un clavo en la pierna. Deberá permanecer internada durante un mes más.
La mujer sufre de constantes dolores y le suministran fuertes calmantes para aliviarla. Se le formó un hematoma en la cabeza y padece mareos, por lo que harán una interconsulta.
“El gran dolor que me dejaron en el alma al matar a mis bebés no me lo sacará nadie, nunca”, finalizó entre lágrimas Cinthia Díaz.
El expediente judicial
Johana Díaz, la mamá de Abigail, expresó: “Todo el pueblo pide que se haga justicia; que este caso no quede impune. Tras el accidente, la ambulancia tardó más de una hora en llegar. Los asesinos fueron asistidos primero que nosotros. A los culpables los podrán visitar en la cárcel, nosotros nunca tendremos a nuestros hijos”. En tanto, el abogado defensor de las víctimas, Santiago Pedroza, expresó: “El expediente finalmente recayó en el Juzgado de Instrucción Formal 2 de Tartagal, que esta en feria. Corresponde al magistrado Fernando Mariscal Astigueta. Esto implica un avance importante porque ya no investiga un juez correccional, sino uno de causas graves. Los causantes están detenidos, han pedido la libertad y se les denegó. El juez ha calificado el hecho como homicidio culposo agravado por la multiplicidad de víctimas y por el manejo imprudente de la motocicleta. Nos constituimos en querellantes por las lesiones que tiene la mamá de Jeremías. Ahora lo haremos en representación de los menores. Pediremos el cambio de carátula a homicidio con dolo eventual porque hubo una clara representación por parte de los acusados de que podían atropellar a las víctimas. No les interesó llevarlas por delante. Le puede caber al mayor una pena de 10 años o más”.