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Las Islas Caimán podrían poner fin a décadas de secreto bancario ya que sus autoridades estaría dispuestas a permitir un mayor control sobre los datos de miles de compañías y hedge funds (fondos buitres) domiciliados allí.
El territorio británico enclavado en el Mar Caribe quiere deshacerse de su reputación de actividad financiera clandestina. Por eso está introduciendo amplias reformas que permitirían dar a conocer los nombres de miles de compañías y sus directores que antes eran datos guardados bajo llave. En las propuestas enviadas a las firmas de hedge funds con sede en Islas Caimán, la poderosa autoridad monetaria del territorio, CIMA, por primera vez dio detalles de sus planes para crear una base de datos pública con los fondos domiciliados en la isla.
Esa base de datos también incluía a los directores de los fondos, pero quedan aún pendiente los resultados de un proceso de consultas que finalizaría a mediados de marzo.
CIMA también estudia la idea de exigir a los directores que se sometan a un proceso de investigación que garantice que están habilitados para actuar como fiduciarios de los inversores.
“En los 24 meses posteriores al estallido de la crisis financiera, la Comisión de Servicios Financieros de Islas Vírgenes Británicas, el Banco Central de Irlanda, la Comisión de Servicios Financieros de Jersey, la Junta de Servicios Financieros de Bahamas y la Comisión de Supervisión de la Isla de Man, todos actualizaron sus códigos, leyes y/o regulaciones de gobierno corporativo”, señaló CIMA en un documento.
La iniciativa surge en medio de una oleada de críticas internacionales que han surgido en los últimos años por sus mínimas exigencias de revelación de datos y duras leyes de privacidad corporativa.