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Un comienzo de año trágico en Costa de Marfil. Al menos 60 personas, en su mayoría chicos y adolescentes, murieron ayer aplastadas durante una estampida en Abiyán, la capital, luego de un espectáculo de fuegos artificiales para celebrar la llegada del año nuevo, informaron autoridades y medios estatales.
En un comunicado leído por la TV estatal, el ministro de Interior, Hamed Bakayoko, dijo que se desconocen las causas del accidente y agregó que otras 49 personas resultaron heridas por la estampida en el barrio Plateau de Abiyán, la ciudad más grande del país de Africa Occidental.
La mayoría de los muertos eran chicos de entre 8 y 15 años que murieron pisoteados tras el show de fuegos de artificio realizado en el estadio Felix Houphouet Boigny, en el centro financiero de la ciudad, dijo el coronel Issa Sako, del Departamento de Bomberos, en declaraciones.
“La marea de gente que abandonó el estadio se convirtió en una estampida que provocó los muertos y heridos”, señaló Sako.
El presidente marfileño, Alassane Ouattara, durante una visita a heridos en un hospital, calificó el hecho de tragedia nacional y dijo que se investigarán sus causas.
El ministro Bakayoko, por su parte, aseguró que los responsables de posibles fallas en las medidas de seguridad serán llevados ante la Justicia. De acuerdo con el ministro, una treintena de heridos ingresados en los hospitales ya recibieron el alta.
La televisión marfileña divulgó imágenes de la avalancha. El incidente fue el peor de su tipo en Abiyán desde una estampida en una cancha de fútbol en 2010 en la que murieron 18 personas.
A pesar de la crisis, las guerras y la incertidumbre, el mundo le dio la bienvenida al 2013. Un millón de personas recibieron el Año Nuevo en Nueva York, sumándose a los espectaculares festejos desde Sydney a Río de Janeiro, que no disiparon las nubes en la zona euro y en Washington, mientras en Venezuela las inquietantes noticias sobre la salud del presidente Hugo Chávez obligaron a suspender las celebraciones.
Unos mil millones de telespectadores de todo el mundo siguieron el tradicional espectáculo en Times Square, que culminó cuando el alcalde de Nueva York hizo descender la enorme y brillante bola un minuto antes de la medianoche, provocando júbilo en la multitud.
Horas antes en Río, el conteo de los diez segundos antes de la medianoche retumbó en la popular playa de Copacabana, donde unos dos millones de personas, entre locales y turistas, vestidos todos de blanco disfrutaron de 24 toneladas de fuegos artificiales lanzados durante 16 minutos desde 11 embarcaciones. Y como todos los años, el mar estuvo lleno de flores para Yemanjá, la diosa del mar.
En Rusia hubo majestuosos fuegos artificiales en la Plaza Roja de Moscú, y otro tanto ocurrió sobre el Támesis en Londres luego de las doce campanadas de medianoche del Big Ben, así como en otras capitales europeas, desde Estocolmo a Lisboa.
No hubo en cambio fuegos artificiales en París, donde la lluvia aguó un poco una fiesta parisina sin animación ni espectáculos musicales.
Tratando de poner buena cara al frío, la lluvia y la recesión, los madrileños se congregaron como siempre en la Puerta del Sol para despedir sin nostalgia el 2012, quinto año consecutivo de crisis en España.
En Berlín, más de un millón de personas acudió a la Puerta de Brandeburgo para dar la bienvenida al 2013 con fuegos artificiales y un megaconcierto de 260 artistas.
A la medianoche, el cielo de Berlín se cubrió de fuegos multicolores, mientras los organizadores de la megafiesta intentaban batir un récord haciendo bailar al mismo tiempo a cientos de miles de personas el "gangnam style" del cantante electropop surcoreano Psy.
Este año no hubo en cambio fuegos artificiales en París.