inicia sesión o regístrate.
Mucha impotencia y angustia manifestaron ayer a el equipo periodístico de El Tribuno los okupas que desde hace 6 meses se instalaron en el predio del exbalneario municipal de Castañares. Reunidos intentaban deliberar durante la tarde qué es lo que harán ante el pedido de desalojo por parte de la Justicia. Denuncian que no tienen donde ir a vivir. Hoy, residen en condiciones precarias y están hacinados pese a que llegaron a ocupar este terreno escapando del amontonamiento que sufrían en la casa de algún familiar. Este problema, el hacinamiento, afecta al 8,9% de los hogares en Salta, según el Indec.
La notificación del Juzgado Correccional y de Garantías Sexta Nominación, a cargo de la jueza María del Milagro López, con fecha 21 de enero, los intima a que “procedan a desocuparlo pacíficamente (a partir de los 5 días desde la notificación), bajo apercibimiento de proceder a su desalojo, si resultare necesario con el auxilio de la fuerza pública”.
El predio es una donación del exgobernador Jaime Durand a la Municipalidad, hace más de cuatro décadas atrás, con el fin de instalar allí un centro recreativo. El municipio lo entregó en comodato al Club Argentino del Norte, quien no realizó ninguna obra. La familia Durand intenta recuperar el terreno porque no se cumplió con el objeto de la donación, y hoy litiga judicialmente contra el municipio.
Afligidos
“No queremos que nos regalen las tierras. Estamos dispuestos a pagar en cuotas un lote, pero que nos digan dónde”, expresó enojada Sandra, quien no se ahorró críticas, junto con el resto de los presentes, contra el intendente Miguel Isa, el gobernador Juan Manuel Urtubey, y sobre todo contra Ivette Dousset (secretaria de Acción Social municipal), por el modo en que la funcionaria los habría tratado cuando fueron a pedirle ayuda para que no los desalojen. Los okupas aseguraron que no existen punteros políticos entre ellos: “Si alguno fuera puntero ya nos hubieran entregado lotes”, expresó Jesica.
En el asentamiento hay 71 familias y niños recién nacidos, gente de toda edad que se mostraron afligidos. “Vamos a la Municipalidad y nos dicen que vayamos a Tierra y Hábitat; vamos ahí y nos dicen que arreglemos el problema con la Municipalidad”, contó Valeria.
“Todos trabajamos, por eso queremos una oportunidad y no pedimos que sea gratis”, expresó Jesica. Contó que “hablé con Ivette Dousset. Le dije que ya hay casas de bloques y ladrillos en el asentamiento. Me dijo que no le tiembla el pulso para mandar una topadora, y que ya lo hizo en muchos lados”, aseguró la vecina.