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La polémica suscitada por la situación del buque de guerra Santísima Trinidad, que se hunde en la base naval de Puerto Belgrano, continúa. Ayer, el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, hizo una encendida defensa de la política de defensa desarrollada por el kirchnerismo, y reiteró que “indudablemente” el colapso del buque se trató de un “sabotaje” y responsabilizó a la guardia que lo custodiaba de no haber “cumplido su rol”. “Cuando hablo de sabotaje no necesariamente hablo de un explosivo. Sabotaje es por ejemplo dejar adrede las puertas abiertas en los compartimentos del buque”, explicó.
En este sentido, sostuvo que “no es un tema presupuestario” el que causó el hundimiento, sino “un gesto de atención y vigilancia mínima que debía tener la guardia asignada, que se ve que no ha cumplido con su rol”.
Además, el ministro aseguró que las gestiones encabezadas por el expresidente Néstor Kirchner y, ahora, por Cristina Fernández de Kirchner fueron “las únicas” que desarrollaron “una política de defensa” luego de la recuperación de la democracia.
Y agregó que esa política “tiene que ver con la recuperación de la industria y la produccion para la defensa”. En esa línea, Puricelli criticó a “aquellos que vendieron y desguazaron la industria para la producción de la defensa” y hoy hablan de “políticas de defensa”.
“No tenemos la flota militar de la década del '70 o del '78 en particular, cuando estuvimos a punto de declarar la guerra a Chile, cuando teníamos mucho poder de fuego, pero no teníamos política de defensa. Hoy tenemos un país absolutamente seguro, con una política internacional que le garantiza la defensa”, afirmó.