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“El debate instalado sobre los riesgos sin duda que logró aumentar el nivel de alerta sobre sus consecuencias”
“No es secreto para nadie que son potenciales armas de fuego, que causan hasta mutilaciones y lesiones invalidantes ”.
Siempre hemos dicho que felices fiestas es sin niños quemados, porque uno solo ya es demasiado para la sociedad.
“Lo positivo y esperanzador es que hemos empezado el año no solo con menos niños quemados por pirotecnia, sino que no hubo casos graves”, resaltó Gabriel Chagra Dib, autor de un proyecto de ley para prohibir el uso doméstico de estos productos.
De profesión médico pediatra especialista en quemados, es el jefe del servicio del caso en el hospital Materno Infantil, actualmente con licencia por cargo político (es presidente del IPS).
¿Logramos una baja histórica de quemados por pirotecnia?
Creo que sí y me da una alegría inmensa porque es un problema muy grave contra el cual venimos luchando desde hace muchísimos años, donde la prevención forma parte del esquema. El debate que se instaló en la sociedad en el último tiempo sobre los riesgos, sin duda, ha hecho que sea mayor el nivel de alerta de todos los ciudadanos que participan de estos supuestos juegos.
¿Cree que hay más conciencia?
Indudablemente que sí, y forma parte del esquema por el que venimos luchando, que apunta a disfrutar unas felices fiestas, donde la meta es que no haya niños quemados, porque uno es demasiado. De todos modos, para estas fiestas suman cerca de 18 las víctimas infantiles en total, y es mucho. Aunque reconozco que es una cifra similar a la baja histórica de 1998, cuando cayeron tormentas torrenciales en ambas fiestas. Ahora no hubo una lluvia continua.
Lo concreto es que ahora hubo menos víctimas de las esperadas...
Sinceramente, debo decir que me preocupó lo ocurrido en esta Navidad, con 9 chicos quemados, siendo lo esperado que aumente en Año Nuevo. Sin embargo, y afortunadamente, no fue así, hubo mucho menos. Esto es también un indicador de la responsabilidad de la gente que maneja pirotecnia.
Aun así, ¿considera que estamos mejorando como sociedad?
Ojalá que sí, que sea parte del corolario de una lucha de 25 años que venimos llevando adelante y que vemos ahora que una parte cada vez más importante de la gente la ha tomado como propia también. Por esta toma de conciencia, probablemente muchos ya no utilizan, y aquellos que aún usan lo hacen de manera responsable.
De todas formas vamos a seguir trabajando porque esto nos está mostrando que podemos en definitiva ser más responsables. Es muy bueno que hayamos bajado el consumo en cantidad, y que no haya habido casos graves, dos resultados muy importantes.
A su juicio, ¿qué factor primó?
Creo se instaló un profundo debate social con todos los hechos ocurridos últimamente, que ha hecho que la gente le tome el peso a este problema. Lo empezó a valorar en su real dimensión.
Para los hospitales también influyó la lluvia...
Sí, también ayudó. La verdad es que se sumaron muchos factores, uno de ellos fue el precio, la gente decía que estaban carísimos... Para mí lo más importante fue instalar el debate sobre el uso o no de pirotecnia, alertando sobre las agresiones que produce y sus secuelas, porque hoy todavía a mi consultorio concurren pacientes, ya adultos, que vienen desde hace años en tratamiento, por las mutilaciones sufridas en la infancia a causa de estos fuegos artificiales. Personas con dedos de menos, o que les falta una mano, entre otras graves secuelas invalidantes, que además sufren trastornos de todo tipo. Entonces insisto en lo positivo y alentador de iniciar el año no solo con menor cantidad de quemados sino lesiones con menos secuelas, porque hasta donde sé, no hubo casos graves. Ningún chico necesitó internación ni hubo adultos involucrados. Pero ojo, que no han terminado las festividades...
Aproximadamente, ¿hasta qué fecha suelen haber casos?
Hubo años en que hemos tenido quemados hasta más allá de Reyes. Mayormente porque terminan las fiestas y en la casa quedaron cohetes sin reventar, ya sea porque llovió u otro motivo. También porque el comercio de este rubro, pasando las fiestas, hace ofertas más económicas, con lo que estos productos bajan de precio.
Históricamente, en Emergencias Pediátricas las planillas en esta especialidad las cerramos el 15 de enero. Históricamente, también, los índices más altos los tenemos en Año Nuevo. La clave es la conciencia permanente.
¿Conciencia permanente?
Sí, siempre. Porque si bien la pirotecnia se usa masivamente durante los festejos de fin de año, en los últimos tiempos en la provincia se nota un auge de su utilización para otros eventos, como celebraciones religiosas. Yo creo que la conciencia debe estar el año corrido. Por eso anticipo que estoy insistiendo con la ley, para que salga tal cual el proyecto original, que es la prohibición de la pirotecnia de uso doméstico.
Nos ha costado caro entender que cuando menos usamos pirotecnia -porque llueve, su alto costo o lo que sea- menos se queman nuestros niños. Vamos a seguir avanzando en los dos caminos: la concientización y la ley que la prohíba para su uso doméstico.
El alto precio de estos artículos parece que también fue determinante...
Abogo por gastar en cualquier otra cosa la plata en vez de quemarla. De eso soy enemigo, ni siquiera soy objetivo en decirlo... Seguro que en sacar un billete del bolsillo, acercarle un fósforo y ver cómo se consume, hay más adrenalina que en reventar un cohete... Las dos formas sirven igual para quemar dinero.
Si hace 20 años que la ley sigue dando vueltas por la Legislatura, ¿cree que saldrá alguna vez?
Sí, por eso vengo luchando y seguiré insistiendo hasta lograrlo. Por eso es muy positivo esto que tenemos ahora, porque no es lo mismo aprobar una ley donde parte de la población se concientizó y ya no consume. Estamos viendo que la gente, hoy, está más preparada para tener una ley que prohíba su uso doméstico