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Cuando parece que en el reloj se acelera la cuenta regresiva para la reasunción de Hugo Chávez en la Presidencia de Venezuela, comienzan a notarse nubarrones de tormenta.
Ayer, mientras la oposición fogoneaba especialmente desde Miami, un paro nacional para protestar y rebelarse el jueves próximo por el incumplimiento de la Constitución nacional, el Gobierno, por medio del presidente del Congreso Nacional, Diodado Cabello, y el actual vicepresidente, Nicolás Maduro, llamó a una gran marcha en apoyo al presidente Hugo Chávez, que se realizará el mismo día, fecha en que debería reasumir el líder bolivariano.
“Estamos preparando toda una abatida para ir a instancias, países, embajadas, organizaciones afuera para que ellos sepan que están torciendo la Constitución por un problema interno”, aseguró ayer Julio Borges, diputado y coordinador nacional de Primero Justicia, el partido del principal líder opositor, Henrique Capriles.
Borges sostiene que “existe una regla muy clara en la Constitución: cuando el presidente electo no puede presentarse -lo deja más claro tratándose de una falta absoluta-, le toca asumir a la otra persona electa popularmente, que es el presidente de la Asamblea Nacional”.
Y por su parte, y mientras el ministro venezolano de Comunicación, Ernesto Villegas, comunicaba que Chávez se encontraba anoche en una situación “estacionaria” de la insuficiencia respiratoria que sufre por una severa infección pulmonar y “está asimilando el tratamiento”, en el Gobierno salieron a redoblar la apuesta contra la oposición.
“Cojan mínimo y dejen esa llamadera, porque este pueblo les va a dar una lección histórica superior a la de hace diez años”, replicó Maduro en referencia a la convocatoria opositora para pasado mañana.
“Van a salir derrotados nuevamente. Si la oposición, la derecha, está llamando a un nuevo paro cívico nacional a partir del 10 de enero, nuestro país les va a responder con trabajo y más trabajo; la respuesta de nuestra clase obrera será trabajar, luchar y a la calle; la respuesta será millones de niños en las escuelas”, subrayó. “Están acercándose a lo que hemos llamado la hora loca (...) Al tribunal supremo mediático de la derecha, que le gusta manipular con mentiras, le decimos: Cuidado”. concluyó, mientras el reloj sigue corriendo.
La Iglesia advierte un gran riesgo
Los obispos católicos venezolanos advirtieron ayer de que hay un “grave riesgo” para la estabilidad del país como consecuencia de la situación suscitada por la enfermedad del presidente Hugo Chávez con relación a la asunción presidencial, y llamaron a no manipular la Constitución.
“Está en grave riesgo la estabilidad política y social de la nación, este es un momento difícil e incierto con rasgos que dibuja una compleja situación que pudieran conducir al país a una encrucijada peligrosa”, indicó hoy el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Diego Padrón, arzobispo de Cumaná.
El arzobispo señaló en el inicio de la XCIX asamblea plenaria ordinaria del organismo que “lo que desean y esperan todos los venezolanos es que los poderes públicos respeten y sigan en todo a la Constitución, que jamás actúen fuera o en contra de ella”.
De acuerdo con el último reporte del Gobierno, Chávez padece una insuficiencia respiratoria por una severa infección pulmonar, lo que, a falta de confirmación oficial, descarta su presencia en el acto de asunción presidencial que debería tener lugar el próximo 10 de enero.
Padrón señaló que “la población está confundida, y una buena parte de ella molesta, pues a pesar de más de 25 comunicados sobre el estado de salud del primer magistrado hasta hoy no ha recibido oficialmente ningún parte médico venezolano”.
“El gobierno no le ha dicho al pueblo toda la verdad”, resaltó el prelado venezolano.