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Venezuela está convulsionada. A los superpoderes logrados por el presidente Nicolás Maduro en la Asamblea Nacional la semana pasada, le siguieron ayer multitudinarias marchas de protesta en varias ciudades del país, en contra del régimen y de la política económica llevada adelante por el sucesor de Chávez, a quien la oposición califica de culpable por la escasez de bienes de consumo masivo que soporta Venezuela.
Para terminar de enrarecer el clima político del país, el gobierno del presidente Nicolás Maduro detuvo entre el viernes y ayer a tres miembros de partidos opositores porque a su juicio preparaban una provocación durante la marcha de protesta que realizaron los seguidores de Henrique Capriles, quien enseguida denunció la detención de sus colaboradores y allegados.
Acusaciones cruzadas
“Desconocemos el paradero de nuestro coordinador nacional, Alejandro Silva. Te hago responsable, Nicolás Maduro de lo que le ocurra”, escribió el excandidato presidencial y actual gobernador de Miranda, Henrique Capriles, en su cuenta de la red social Twitter.
El líder opositor dijo que su colaborador “fue sacado a golpes de un hotel de Caracas por la Dirección de Inteligencia Militar (DIM)” y que ante ello las protestas no serían postergadas ni anuladas.
La detención se produjo poco después de que Maduro ordenara la captura de dos operadores de los partidos opositores Primero Justicia (PJ) y Voluntad Popular (VP), quienes, dijo, “fueron detectados en un lugar buscando motorizados para contratarlos, vestirlos de rojo y que atacaran algunas de las manifestaciones opositoras”, reportó EFE.
El mandatario, sin embargo, también informó que dio la orden de proteger con la Guardia Nacional (policía militarizada) las movilizaciones de protesta convocadas por la oposición en varias ciudades del país.
“Están buscando un muerto”
“Están buscando un muerto para tratar de prender la mecha hacia la violencia, no permitamos que lo logren”, manifestó Maduro.
Capriles había convocado a protestar ayer por lo que llamó la “crisis económica” y la inseguridad que atribuye al Gobierno en los 335 municipios del país y aseguró que él mismo encabezaría la marcha en Caracas.
Maduro dijo que en realidad la oposición marchaba en contra de los poderes legislativos especiales que recibió el martes pasado para hacer frente a los corruptos y a la “guerra económica” que, asegura, le ha declarado el empresariado en alianza con la oposición.
En tanto, Capriles llamó “a todos a salir a la calle, que se sienta en toda Venezuela un No a estos fascistas corruptos del régimen de Maduro”.
Nadie sabe dónde está Silva
La detención del dirigente opositor, sobre la cual el Gobierno no se ha pronunciado, fue confirmada por el partido Primero Justicia (PJ), al que pertenecen Capriles y Silva.
“Hasta el momento desconocemos el paradero de Alejandro Silva; estamos recorriendo todas las agencias policiales en su búsqueda, pero no hemos conseguido mayor información. Hacemos responsable a Nicolás Maduro de lo que le pueda ocurrir”, declaró el máximo dirigente de PJ, el diputado Julio Borges, en una improvisada rueda de prensa.
“Estos abusos nos dan más fuerza para seguir luchando. Seguimos en la calle. Quien tiene miedo es Nicolás Maduro al ordenar estas acciones tan irresponsables”, agregó Borges visiblemente exaltado con la desaparición de su colega.
La detención se produjo poco después de que Maduro ordenara la captura de “dos operadores” de los partidos opositores PJ y Voluntad Popular (VP), quienes, dijo, “fueron detectados en un lugar buscando motorizados (desocupados en motocicletas) para contratarlos, vestirlos de rojo (colores con los cuales se identifica a los partidarios del Gobierno) y que atacaran algunas de las manifestaciones opositoras”.
Informó que también ha dado la orden de proteger con la Guardia Nacional (policía militarizada) las movilizaciones de protesta convocadas por la oposición en varias ciudades del país.