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En el repaso rápido del año sobresale un denominador común en los tres clubes grandes salteños: una clase dirigencial acorde con la categoría, la tercera del fútbol nacional.
En el afán de querer hacer bien las cosas por sus instituciones, algunos cayeron en errores, otros directamente obraron mal, quedaron bajo sospechas y hasta mostraron poca madurez impulsados por los egos y el autoritarismo, sin distinción de clubes o colores.
Por ejemplo, Gimnasia y Tiro soportó un año más de un régimen que no mostró grandes soluciones, pese a que la Justicia levantó el fideicomiso para darle paso a una etapa mucho más democrática. De hecho, el órgano fiduciario que integran Quiroz, Montaldi y Calatayud se van del club dejando una deuda prorrateada de 6 millones de pesos. Increíble. ¿Cuál fue el sentido de once años bajo el mandato de la ley 25284?
Tal vez con Marcelo Mentesana a la cabeza (el futuro presidente del club) se pueda corregir esta falencia dirigencial que tuvo Gimnasia aun por afuera del fideicomiso, cada vez que Ramiro López reaccionó como un hincha y no como dirigente. El presidente de la subcomisión de fútbol hizo todo por su club pero también se equivocó y se arrepintió de sus malas acciones; por algo se empieza.
En Lerma y San Luis no se salvan de la crisis dirigencial por más intervención que sea. Inclusive, no se han visto progresos desde que Fredy Mocchi fue nombrado por el gobernador para sacar a los González (Rubén y Fernando) del poder antoniano. Dirán que se están pagando viejas deudas y habrá otros tantos argumentos que a simple vista no se ven.
Y la última gran detonación dirigencial ocurrió en Central Norte, con la pelea entre Aprocen y la comisión directiva, luego de las acusaciones entre el vicepresidente Pablo López y Gabriel Savino. Es que todo venía más o menos bien, los pibes felices con ese grupo que trabaja por ellos y un club, aparentemente, ordenado bajo la batuta del presidente Macaione. Central fue el único que no tuvo problemas de sueldos en el año y eso no es poca cosa. Pero la falencia estuvo en los últimos actos administrativos que derivaron, entre otras cosas, en una asamblea suspendida.