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La orden para las fuerzas de seguridad fue contundente: no debía entrar ningún tipo de cámara al lugar donde estaban el vicepresidente y el resto de los gobernadores detrás del escenario.
La extrema seguridad hizo imposible el trabajo de los periodistas asignados a la cobertura de los actos.
Sin embargo un movilero de Canal 9 apareció justo cuando el vicepresidente bajó del escenario rumbo a la gente que había concurrido a presenciar el espectáculo.
El periodista, junto a su cámara, se acercó a Boudou y realizó su trabajo tranquilamente en el preciso momento en que se acercaba a saludar a la gente.
La pregunta del trabajador fue obvia y previsible: “¿Cuál es el mensaje para los salteños en esta fecha tan importante?”, indagó.
Y Boudou respondió tranquilamente mientras saludaba a los militantes afectuosamente.
La escena montada no estuvo para nada improvisada y fue muy bien armada.
El mensaje de la imagen era muy simple: se mostraba al vicepresidente dialogando con la prensa mientras tenía el contacto afectuoso con la gente común que lo rodeaba.
Sucede que los pocos periodistas que lograron infiltrarse a pesar de la rigurosa seguridad lograron contar la otra cara de la noticia muy diferente a la que brindó el ahora denominado “canal oficialista”.