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El fin justificó los medios. Luego de dos días de intenso debate, en los que abundaron las críticas y los insultos, la Cámara de Diputados aprobó el memorándum de entendimiento entre la Argentina e Irán por el atentado a la AMIA.
El acuerdo nace con muchos vicios de origen. Si bien la Argentina insiste formalmente en la culpabilidad de los ocho funcionarios iraníes a los que acusa por la masacre genocida de la AMIA, la causa judicial que sostiene los pedidos de extradición fue explícitamente desacreditada con la anulación producida en 2006, primero, y con el discurso con que el canciller Timerman presentó el proyecto en el Congreso. En segundo lugar, se acepta que una comisión revise lo actuado por los jueces argentinos y que lo haga en territorio de los acusados. A estas fragilidades se agrega la inconstitucionalidad que supone que el Poder Ejecutivo intervenga en una causa judicial. Finalmente, un acuerdo internacional carente del mínimo consenso no tiene validez práctica. Todo indica que este acuerdo solo servirá para blanquear a Irán y dejará a la Argentina encolumnada entre los países afines con la teocracia que gobierna ese país desde hace tres décadas.
La sesión especial se inició con 132 legisladores, entre los que se contaron los salteños Walter Wayar, Fernando Yarade, Cristina Fiore, Pablo Kosiner y Alfredo Olmedo, que siguieron las instrucciones que les impartió el gobernador Juan Manuel Urtubey, y José Vilariño, que siempre vota lo que indique la Casa Rosada.
Al abrir el debate, el diputado y titular de la comisión de Relaciones Exteriores, Guillermo Carmona, defendió el acuerdo, y aseguró que el Gobierno nacional quiere “que presten declaración indagatoria los funcionarios iraníes, ese es el objetivo del acuerdo”, al sostener que se trata de “un viejo anhelo de la Argentina”.
En esa línea, la diputada del Frente para la Victoria Mara Brawer afirmó que “para llegar a este memorándum el Gobierno tuvo que negociar con Irán pero hay una sola cosa que no se negocia y son los valores, los principios”, y consideró que la firma del acuerdo “no cambia un ápice acerca de nuestra mirada sobre Irán”.
Elisa Carrió, de la Coalición Cívica, planteó la nulidad del acuerdo y dijo compartir “la tesis de un tercer Estado pero nunca en Teherán”.
Desde el PRO, Pablo Tonelli consideró que “los imputados van a estar libres de las órdenes de captura de Interpol”. El Movimiento Popular Neuquino, a través de Alicia Comelli, consideró que “tenemos la obligación de arbitrar todos los medios disponibles para llegar a la verdad y dar una respuesta de Justicia”.
Patricia Bullrich (Unión por Todos)
“Es un aberrante tratado que significa un sometimiento a la primacía de los asesinos y no solo es inconstitucional sino inmoral, con ambigedades en sus textos en inglés y en castellano”.
Margarita Stolbizer (GEN-FAP)
“El kirchnerismo se apropió de una causa de alto impacto, de alta sensibilidad social, para construir una épica acorde a los sueños de la eternidad de un gobierno. No quiere esclarecer los crímenes del atentado”.
Ricardo Alfonsín (UCR)
“Desde el año 2005 a 2010, el comercio con Irán aumentó el 1.400%. Al canciller le falla el órgano de la comprensión o cree que nos falla a los diputados, al pensar que vamos a creer semejante respuesta”.
Jorge Yoma (FpV)
“La estrategia para llegar al quórum fue escandalosa y contra la Constitución. El memorándum responde a una sobreactuación vinculada a una dependencia política con Venezuela, creo yo que por razones comerciales”.