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La plaza San Pedro, otra vez conmovida por Francisco

Lunes, 01 de abril de 2013 20:53
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La empatía entre el papa Francisco y los fieles crece día a día. Sus gestos, su naturalidad, su sencillez, han atrapado a los creyentes que nuevamente volvieron a llenar ayer la plaza de San Pedro para volver a ver Santo Padre, que se asomó de la ventana del tercer piso del Palacio Apostólico para el Regina Coeli, la oración mariana que después de la Pascua reemplaza al ángelus.

“Recemos juntos, en el nombre del Señor muerto y resucitado y por intercesión de María Santísima, para que el misterio pascual pueda operar profundamente en nosotros y en este tiempo, para que el odio le deje lugar al amor, la mentira a la verdad, la venganza al perdón, al tristeza a la alegría”, pidió el Papa argentino.

El Pontífice también llamó a los fieles a dejarse alcanzar por la gracia de Cristo y cambiar esos aspectos que tenemos que no son buenos, convirtiéndonos en instrumentos de la misericordia de Dios.

Fiel a su estilo sencillo, que le brindó enorme popularidad, Francisco ni bien apareció en el ventana, al mediodía (las 7 en la Argentina), saludó a la multitud, entre los cuales había muchísimos argentinos con banderas, con un normal “­Buen día y Feliz Pascua!”.

Esas primeras palabras del Papa venido desde el fin del mundo, vestido de blanco, hicieron estallar una ovación en la plaza.

Actitudes y gestos

Después de agradecer a la gente por haber venido, Francisco volvió a hablar de la Pascua. “Que la fuerza de la resurrección de Cristo pueda alcanzar a cada persona, especialmente a quien sufre y a todas las situaciones que más necesitan de confianza y esperanza”, pidió.

Al recordar que “el bautismo nos hace hijos de Dios y la eucaristía nos une a Cristo”, el Pontífice llamó a que esto se convierta en vida, traduciéndose en “actitudes, gestos, comportamientos, elecciones”. “La gracia incluida en los sacramentos pascuales es un potencial de renovación enorme para la existencia personal, para la vida de las familias, para las relaciones sociales”, dijo. Aunque insistió en subrayar que “todo pasa por el corazón humano”.

Después el Papa volvió a despedirse del modo más natural de todos: “­Feliz Pascua y buen almuerzo!”.

Y de nuevo hubo una ovación en la plaza.

Visitó la tumba de San Pedro

En la tarde de ayer, el papa Francisco hizo una visita de devoción a la tumba de San Pedro, que se encuentra en la necrópolis que hay debajo de la Basílica del Vaticano.

Francisco, que escuchó atentamente las explicaciones que le dieron los expertos sobre estas excavaciones que solo pueden visitarse reservando con anticipación y yendo en grupos, se detuvo a rezar silenciosamente en la Capilla Clementina, que es el lugar más cercano a la tumba del príncipe de los apóstoles, “en recogimiento profundo y emocionado”, indicó el Vaticano en un comunicado.

La visita concluyó en las Grutas Vaticanas, donde rindió homenaje a las tumbas de papas del siglo pasado que se encuentran allí: Benedicto XV, Pío XI, Pío XII, Pablo VI y Juan Pablo I. Al salir de allí, fiel a su estilo, el Papa saludó al personal presente y volvió a la residencia de Santa Marta, donde vive, a pie.

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