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Hay un consenso general entre los economistas que la economía es cíclica. El concepto de ciclos económicos es fundamental en términos simples, los ciclos pueden ser crecimiento, estancamiento o bien recesión. Saber en qué ciclo está la economía es fundamental para poder tomar medidas correctivas que permitan, en lo posible, que siempre crezca a su tasa normal o bien por encima de esa tasa y, si no, amortiguar los impactos negativos en los ciclos de estancamiento y recesivos.
En Argentina, el crecimiento económico a partir de 2003 ha sido importante. Hay que destacar que venía de una recesión prolongada, con lo que se cumple el concepto de ciclicalidad. Ahora bien, la idea es que durante la época de crecimiento se tomen las medidas correctivas para que cuando vengan los ciclos de depresión o recesión, los gobiernos tengan fondos -conocidos como anticíclicos- para que socialmente la caída económica no sea tan dolorosa (gente sin trabajo, pobreza, indigencia, etc.).
La recaudación impositiva es una consecuencia de la actividad económica. A mayor actividad (crecimiento), mayor recaudación; a menor actividad (recesión), menor recaudación. Desde el gobierno hay que preocuparse por generar desarrollo económico y la recaudación vendrá como consecuencia de ese desarrollo.
Es probable que en Salta sea necesaria una reforma fiscal. Todo aquello que haga a la equidad impositiva es bueno, pero es importante tener en cuenta la oportunidad para hacerlo. El error del Gobierno provincial y de los municipales es hacerlo en un momento económico complicado para el ciudadano común, buscando una mayor recaudación. En 2012 hubo estancamiento económico e incluso, para muchos economistas, hubo recesión. Por otro lado, la inflación hace que el dinero de la gente alcance cada vez menos.
Ante este panorama, la crítica a las políticas fiscales tomadas por la Provincia y las municipalidades es el momento elegido para realizar reformas impositivas. Más si hubo declaraciones de funcionarios provinciales explicitando que la recaudación disminuyó. Es probable que la caída se deba a una menor actividad económica y no a mayor evasión. Entonces, ahora que la situación se complica para todos, el Gobierno aprieta más a la población con reformas impositivas que apuntan a recaudar más.
Desde el plano económico, hubiese sido mejor realizar en los años de crecimiento (hasta 2011 inclusive) las reformas impositivas necesarias, siempre en forma gradual, y este año, que se presenta incierto luego de un 2012 complicado, proponer una baja de impuestos para potenciar el apoyo a la población.
Realizarlo de esta forma es justamente hacer políticas anticíclicas, significa subir los impuestos cuando se puede pagarlos y bajarlos cuando se complica cumplir con ellos. La falta de fondos, por otro lado, se puede suplir con una mayor gestión para conseguir fondos nacionales, sin presionar más a los contribuyentes provinciales.
En Salta se está haciendo justamente al revés: cuando se pudo subir los impuestos gradualmente, no se hizo, y ahora que la situación es complicada para todos los salteños, no es el mejor momento para hacerlo.
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