¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
16°
28 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

La mano dura de Nicolás Maduro

Lunes, 22 de abril de 2013 21:08
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Mientras la cobertura mediática de la inauguración del presidente Nicolás Maduro se centró en la disputa en torno del cuestionado resultado oficial de las elecciones del 14 de abril, la escalada de violaciones de los derechos humanos de su gobierno ha pasado casi inadvertida. Los grupos internacionales de defensa de los derechos humanos y los líderes de la oposición venezolana dicen que en los días siguientes a la elección, el gobierno de Maduro ha llevado a cabo un virtual golpe legislativo, y está suprimiendo la libertad de expresión y de reunión en toda la nación.

“La crisis electoral ha concentrado toda la atención, pero aquí se han producido eventos que configuran un golpe de estado”, me señaló la congresista de la oposición María Corina Machado, refiriéndose a la represión gubernamental que se desató luego de que el líder de la oposición Henrique Capriles cuestionó los resultados oficiales de la elección.

Desde las elecciones, que según el oficialista Consejo Nacional Electoral fueron ganadas por Maduro por el 50.7 contra el 49 por ciento de los votos, al menos 8 personas murieron y cientos han sido arrestados. Maduro culpa a la oposición por esas muertes. Los líderes opositores dicen que el Gobierno está inventando o provocando actos de violencia para distraer la atención de unas elecciones fraudulentas.

Pero independientemente de quién esté diciendo la verdad, no hay dudas de que se ha producido una suerte de intervención gubernamental del Congreso desde que el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello -el número 2 en la jerarquía del gobierno- quitó a todos los legisladores de la oposición su derecho a hablar en el Parlamento mientras no acepten la victoria electoral de Maduro. Dijo Cabello -y pueden verlo en www.youtube.com-: “En esta Asamblea Nacional, mientras yo sea presidente, si no reconocen a Nicolás, si no reconocen la institucionalidad (del Estado) no tendrá derecho de palabra ningún diputado”. Acto seguido, Cabello le tomó examen a cada legislador que pidió la palabra, preguntándole si aceptaba la victoria de Maduro, y negándole el micrófono a quienes no respondieron positivamente. Según Machado, “si esto no es una abolición del Parlamento, ¿qué cosa es?”.

Mientras tanto, Maduro prohibió públicamente una manifestación pacífica de la oposición para exigir un recuento de votos, diciendo que aplicaría “mano dura” para reprimir a los manifestantes. Capriles suspendió la marcha, temiendo un baño de sangre.

Lo que es tanto o más preocupante, Maduro exigió después de las elecciones que los canales televisivos independientes se alinearan con el gobierno chavista. Dijo Maduro en un discurso al país: “Llamo a Venevisión, a Televen, a todos los medios de comunicación...: ­Definan con quién están! Con la patria, con la paz, con el pueblo, o van a volver a estar con el fascismo?!” La velada amenaza de Maduro podría terminar dejando a Venezuela sin ningún medio independiente.

“El gobierno de Venezuela no debería limitar los derechos de sus ciudadanos a expresar libremente su opinión y a reunirse pacíficamente como respuesta a la cuestionada elección presidencial”, expresó la organización de derechos humanos Human Rights Watch.

Mi opinión: Maduro empezó muy mal. Considerando que Venezuela tiene la inflación más alta de Latinoamérica, una creciente escasez de alimentos, cortes de electricidad constantes, niveles de criminalidad nunca vistos, y casi la mitad de la población convencida de que las elecciones fueron fraudulentas, Maduro necesita urgentemente pacificar el país.

Tal como lo hicieron el presidente mexicano Enrique Peña Nieto y el presidente colombiano Juan Manuel Santos después de ganar las recientes elecciones por márgenes mucho más holgados, Maduro debería invitar a críticos del gobierno a integrar su gabinete, y dedicarse a construir puentes con la oposición para lograr la recuperación de la economía.

Si Maduro tiene un dedo de frente, e instintos democráticos, eso es lo que hará, entre otras cosas para poder tomar las duras medidas económicas que su gobierno tendrá que afrontar. Pero, hasta ahora, Maduro no ha demostrado tener una cosa ni la otra, sino solo una tendencia a impo ner su voluntad por la fuerza.

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD