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Como se dice en el barrio: se le escapó la tortuga. Sí, a River, que ganaba sin demasiados problemas, aunque por la mínima, pero sobre la hora Quilmes lo amargó y sentenció el 1 a 1 final.
El lamento en Núñez fue doble ya que, con este resultado, el equipo de Ramón se alejó de la punta que sigue en poder de Newell's. Y la oportunidad de recuperar la sonrisa será el próximo domingo, nada más y nada menos que ante Boca.
Eder Alvarez Balanta, otra vez el colombiano, había puesto en ventaja al millonario y empató sobre el final del encuentro, el uruguayo Martín Cauteruccio.
Una paridad injusta si se mide desde el punto en que River casi siempre se plantó en ataque y trató de lastimar por los costados a través de Carlos Sánchez y Leonel Vangioni, además de la velocidad de Juan Manuel Iturbe. Así, tuvo dos ocasiones con un córner de Manuel Lanzini para el cabezazo de Gabriel Mercado en el travesaño y con un zurdazo de Iturbe por arriba.
La primera llegada de Quilmes fue a través de Sebastián Romero, pero la más clara la tuvo con una gran jugada de Fernando Elizari, que tapó Marcelo Barovero en gran forma.
En la primera etapa, River trató de arrinconar en su área a Quilmes, que apostó a la contra y lo complicó con la posición de Elizari, que buscó la espalda de los mediocampistas locales y manejó a su equipo.
Distinta fue la situación al comienzo del segundo tiempo, debido a que el conjunto de Omar De Felippe controló la pelota y se adelantó en el campo para llevar peligro, con un centro de Ismael Quílez para el cabezazo de Cauteruccio. En la pelota parada, el equipo visitante tuvo otra chance con un cabezazo de Ernesto Goñi, pero fue el local el que aprovechó un tiro libre desde la derecha de Lanzini para el excelente anticipo de cabeza de Alvarez Balanta, que superó a Trípodi y puso el 1 a 0.
En ventaja, River mejoró su imagen y empezó a llegar con mayor asiduidad al arco rival como con un centro del uruguayo Sánchez para el cabezazo de Rogelio Funes Mori, que salió por arriba del travesaño. Y cuando parecía que no se iba a modificar el marcador hubo un desborde de Elizari que terminó Cauteruccio, con un disparo alto, que se transformó en el empate definitivo.
Esto hizo que la gente de River perdiera la paciencia y le pidiera al equipo ganar “cueste lo que cueste” el superclásico del próximo domingo, con el golpeado Boca que lleva 10 jornadas sin ganar.
Cinco heridos de bala en la previa
La violencia volvió a decir presente en el fútbol, esta vez en la previa del duelo entre Quilmes y River.
Cinco probables barrabravas del cervecero resultaron heridos de bala al ser atacados en la localidad quilmeña cuando se dirigían a la cancha de River. El hecho ocurrió cerca de la subida a la autopista Buenos Aires-
La Plata, donde un grupo de hinchas que responderían a la facción de la barra actualmente en el poder aguardaban los micros que salían del club para ir al estadio Monumental. En ese momento pasaron por el lugar un auto y una moto desde donde efectuaron varios disparos de arma de fuego y huyeron.
A raíz de los tiros, cinco barras resultaron heridos y fueron trasladados al hospital de Quilmes, donde los médicos constataron que cuatro de ellos presentaban heridas leves. En tanto, una quinta víctima tenía un balazo en el maxilar, por lo que los facultativos evaluaban anoche la posibilidad de operarlo.
Según las fuentes, los heridos, todos hombres mayores de edad, señalaron como el supuesto responsable del ataque al exjefe de la barra, de apellido Becerra, alias “el Dedo”, con quien mantienen una vieja disputa.
Volviendo a lo fútbolístico, Omar De Felipe destacó la actitud de sus dirigidos para lograr el empate. “Lo hicimos en una cancha difícil, el partido fue muy parejo y nos marcaron el gol en un descuido nuestro”, dijo el DT de Quilmes. “Tuvimos chances en el primer tiempo y me hubiese gustado haber hecho el primer gol en el partido para manejar mejor el trámite”, agregó el técnico. Quilmes, con el punto, se mantiene por encima de Independiente en los promedios.