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Tres pozos de desarrollo e instalaciones complementarias por 36 millones de dólares es toda la inversión que YPF, Tecpetrol, Petrobras, CGC y Ledesma comprometieron para los próximos dos años en Aguarage, el área del norte salteño en la que se aseguraron la explotación del gas y el petróleo hasta 2027.
La concesión que vencía en noviembre de 2017 y fue extendida anticipadamente por otros diez años, les redituará a las cinco petroleras unos 600 millones de dólares, solo en el gas, y con los volúmenes y precios actuales.
Aguarage, recordemos, produce actualmente 1,5 millones de metros cúbicos diarios de gas y cada millón de BTU (unidad equivalente a 27 metros cúbicos) promedia en los 3 dólares.
¿Qué recibirá a cambio la Provincia?
Un bono
En el acuerdo de la prórroga, que el Ejecutivo provincial aprobó por decreto 3694 el 5 de diciembre de 2012, las empresas ofrecieron el pago de un bono de 5 millones de dólares, a cancelar en tres cuotas semestrales de 1.666.667 dólares cada una.
El diputado Claudio del Plá fue el primero en cuestionar la insuficiencia del denominado “bono de prórroga”. Lo hizo con un pedido de informes al ministro de Ambiente y Producción, Alfredo De Angelis, y declaraciones en las que advirtió que ese “miserable” canon se cubre con solo un mes de la producción gasífera de Aguarage.
Un 3% más de regalías
Con la prórroga de la concesión que tienen desde 1992 en Aguarage, YPF y las otras cuatro empresas asociadas en ese bloque hidrocarburífero de San Martín, también ofrecieron pagar un 3% adicional en las regalías, actualmente del 12%. Por este concepto, con los valores actuales, las regalías de Aguarage pasarían de 40 a 52 millones de pesos anuales, según estimaron fuentes técnicas.
El total de regalías de la Provincia, según previsiones puestas en el presupuesto de este año, rondarían en los 240 millones de pesos, y la producciones de Acambuco aportan cerca de un 17% de esa masa de recursos tributarios energéticos. Las áreas que más aportan son Acambuco (50%) y Ramos (33%).
Una renta de 1%
El ofrecimiento más interesante de la prórroga pasa por el 1% de renta extraordinaria que las empresas asociadas en Acambuco se comprometieron a pagar por diez años más de explotación de su gas y petróleo. Este compromiso, sin embargo, no será aplicable mientras el gas salteño no cotice al menos al 70% de los que se paga por el gas importado. Y para ello se convino tomar un promedio entre el gas que se importa desde Bolivia (hoy cotiza a 11 dólares el millón de BTU) y el que se trae licuado en buques metaneros desde países mucho más lejanos (a 18 dólares el millón de BTU). Hoy el precio que se paga por el gas salteño está cinco veces abajo del promedio de importación.
Mucho más cercana es la posibilidad de que las empresas beneficiadas con la prórroga cumplan con el compromiso de inversión en exploración, pactado en un mínimo de 30 millones de dólares y atado a la condición de que el gas de Aguarage cotice arriba de los 4 dólares el millón de BTU y durante un lapso continuado de 12 meses como mínimo.
Los términos del contrato y las salvedades puestas en sus cláusulas hacen que los únicos compromisos firmes y concretos de parte de las empresas asociadas en Aguarage sean tres pozos de desarrollo (no pozos de exploración que son mucho más costosos y necesarios allí) y monedas.