Autoridades provinciales solicitan no visitar el lugar en donde fueron descubiertos recientemente cientos de tallados incas que datarían de entre 900 y 1000 dC en Potrero de Payogasta, en el departamento de Cachi.
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Autoridades provinciales solicitan no visitar el lugar en donde fueron descubiertos recientemente cientos de tallados incas que datarían de entre 900 y 1000 dC en Potrero de Payogasta, en el departamento de Cachi.
Buscan preservar la zona y evitar que este valioso patrimonio arqueológico sea expuesto a actos vandálicos, como ocurrió con las pinturas rupestres de Ablomé, en Guachipas, que fueron objeto de destrozos y pintadas.
“Pedimos no acercarse a los sitios para cuidar este hallazgo, que además evidencian una muy buena conservación por ser un lugar alejado y de difícil acceso”, señaló Diego Ashur, titular de Patrimonio Cultural de la Provincia.
El descubrimiento
El sitio fue descubierto recientemente por el arqueólogo mexicano Luis Alberto Martos López.
Cuenta con 329 petrograbados ubicados en el cerro Kawsay. Se trata de motivos diversos tallados en la piedra que datarían de entre 900 y 1000 dC.
Los petroglifos fueron realizados a través de la técnica del punzado y uno de sus motivos más recurrentes es la llama, dada su importancia en el mundo andino.
“Registramos 88 afloramientos (rocas con petroglifos), 70 en la colina y las restantes en las laderas contiguas”, aseveró el arqueólogo.
“No fue casual”
Por su parte, Diego Ashur señaló que éste no fue un descubrimiento casual. “Desde hace tiempo se trabaja en la zona en relevamiento y preservación. Se realizaron mapeos y registros fotográficos, entre otros trabajos”.
El trabajo fue encarado por un equipo de especialistas de Perú, Chile, Bolivia, Argentina y México. Justamente Martos pertenece al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México y cuenta con el apoyo de Patrimonio Cultural de la Provincia.
Este descubrimiento se suma a los yacimientos arqueológicos emplazados entre la Quebrada del Toro y los Valles Calchaquíes, donde se erigen las ruinas de Tastil y los Graneros de La Poma, silos construidos en adobe en el interior de un alero rocoso.
Payogasta está ubicada a 10 km de Cachi, circundada por las serranías.
Habría sido un lugar sagrado
El arqueólogo mexicano Martos señaló que hay diversos indicios de que el cerro en donde se encontraron los jeroglíficos fue un lugar sagrado para los incas.
“Allí pueden haberse realizado diversos rituales”, dijo.
En la misma línea, Ashur afirmó que este descubrimiento evidencia que el lugar no era un simple reducto territorial ni de administración de recursos de los incas, sino un importante centro ceremonial con intensa vida religiosa.
“Esto reafirma la hipótesis de que la zona era un centro espiritual de envergadura y no solo de dominación y administración de recursos”, dijo Ashur.
Potrero de Payogasta fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1996 por su valor arqueológico, dada la gran cantidad de restos de edificaciones, corrales y escalinatas que datan de la época de dominación del imperio inca.
“Cachi tiene más de 200 sitios arqueológicos, muchos pertenecieron al imperio inca y otros a períodos anteriores. Solo en la cabecera norte de los Valles hay 180 sitios relevados”, señaló a El Tribuno Mirta Santoni, directora del Museo Antropológico de Salta.
Un dato no menor es que en Potrero se levanta la estructura arqueológica en pie de mayor altura de Argentina. “Se trata de una pared que perteneció a una kallanca, que era un salón de acopio o bien de reuniones de 9 x 30, como un gran tinglado”, explicó Ashur.
Cabe señalar que Potrero era parte del Camino del Inca, una gran ruta que se extiende a lo largo de 7 países, en el tramo que une Tastil con Payogasta y que fue creada por los incas para asegurar su dominación territorial.