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Un video publicado hoy en internet muestra a un comandante de un grupo armado sirio vinculado a Al Qaeda ejecutando a tiros en la nuca a once personas a las que identifica como soldados sirios, en medio de conmoción mundial por otro video donde un insurgente muerde el corazón de un militar.
El hombre al que se ve disparar en la grabación dice antes de abrir fuego que ordenó la ejecución ‘‘de estos soldados infieles por las masacres que cometieron en Siria’’, donde desde hace dos años se desarrolla una conflicto armado entre el gobierno y opositores que ya dejó miles de muertos.
El video fue subido por Rami Abdul Rahman, que dirige desde Londres una organización unipersonal llamada Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, opositora al gobierno de Siria y que a lo largo del conflicto se ha dedicado a difundir información que afirma obtener de gente que está dentro del país árabe.
Abdul Rahman dijo que la ejecución ocurrió en la provicia oriental siria de Deir Ezzor en una fecha que no puede precisar, y que su autor es un saudita que comanda una brigada del llamado Frente Al Nusra que murió en enfrentamientos con el Ejército sirio en marzo pasado.
El activista dijo que tampoco podía verificar ‘‘las identidades de los ejecutados, si pertenecían a las fuerzas armadas o si eran civiles’’.
El Frente Al Nusra nació en 2011 al calor de las protestas contra el presidente sirio con las que comenzó el conflicto. Se manifestó por primera vez en enero de 2012 a través de un comunicado de su líder, Abu Mohamed Al Golani, en el que declaró lealtad a Al Qaeda y hizo un llamado a la ‘‘guerra santa’’ contra el gobierno sirio.
El gobierno estadounidense, que apoya a la oposición siria, denunció no obstante el año pasado que esta organización estaba intentando ‘‘secuestrar’’ la rebelión contra el gobierno del presidente sirio, Bashar Al Assad, en favor de los intereses del Emirato Islámico de Irak.
En diciembre, Washington la incluyó en su ‘‘lista de organizaciones terroristas’’. La crisis en Siria comenzó en marzo de 2011 con protestas a favor de la democracia y derivó en una guerra civil en la que según cálculos de la ONU 70.000 personas perdieron la vida.
El conflicto fue tornándose cada vez más violento, y esta semana un video que mostró a un comandante insurgente que carnea a un soldado sirio muerto y luego muerde su corazón generó una ola mundial de espanto y repudio y reforzó la idea de la necesidad de extremar esfuerzos para hallar una salida pacífica a la crisis.
También hoy, Abdul Rahman, exiliado en Gran Bretaña, elevó de 62 a 145 la cifra de víctimas fatales en dos matanzas denunciadas por el Observatorio y presuntamente ocurridas el 3 de mayo pasado en la ciudad costera siria de Banias.
El Observatorio ya había dicho entonces que la matanza en Banias había sido perpetrada contra opositores por efectivos del Ejército sirio y sujetos armados que respondían al gobierno.
Rahman dijo hoy que todas las personas que el Observatorio había reportado como desaparecidas tras la matanza resultaron estar muertas, y que de las 145 víctimas fatales, todas civiles, 34 eran niños y 40 mujeres.