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En este fútbol histérico, crispado y constantemente cargado de suspicacias, Racing, con otra derrota, esta vez ante Quilmes, dejó flotando en el ambiente aún más sospechas.
En un partido donde gran parte de los hinchas de la academia exigían que el equipo pierda para no favorecer a Independiente, que lucha por no descender, curiosamente los dirigidos por Luis Zubeldía fueron una verdadera sombra y no pusieron nunca en riesgo el triunfo del cervecero. Es incomprobable saber si la academia anoche fue para atrás, pero lo que sí quedó muy claro es que este equipo peor no puede jugar.
Hay varios detalles para poner bajo la lupa, como por ejemplo que este apático Racing anoche salió a jugar sin delanteros y casi no generó situaciones de riesgo.
En un primer tiempo donde hubo en cancha un solo equipo, Quilmes se puso en ventaja a los 9 minutos. Menéndez le quitó la pelota a Iván Pillud y se la dio a Cauteruccio, quien desde la puerta del área clavó el 1 a 0. Se vio una primera etapa muy pobre, en el que hubo una diferencia notoria de actitud entre un conjunto y el otro.
Cuando la academia dispuso del balón fue demasiado lateral y a sus intentos les falto temperatura, hasta en los intentos individuales.
No se modificó mucho el panorama en el principio del segundo tiempo. Es más, Cauteruccio tuvo su chance para aumentar la diferencia a los 12 minutos, dado que se escapó por derecha y remató desviado.
Eso sí, el conjunto de Zubeldía tuvo una reacción interesante con el ingreso de Javier Cámpora por Villar. El ex-Huracán generó la única acción de peligro al eludir a dos rivales y fusilar a Trípodi, pero el arquero le ahogó el grito.
En definitiva, Quilmes, con mucho esfuerzo, parece haber quedado cerca de la salvación. Racing, en tanto, sigue en la mediocridad y bajo sospecha. Para cerrar una noche para el olvido, todo el público cantó a coro: “El que no salta se va a la B”, en clara alusión a Independiente.
“Fue un partido chato y bajo, nada más”
Acá no pasó nada. Fue el mensaje que bajó el DT de Racing, Luis Zubeldía, luego de la derrota por 1 a 0 ante Quilmes, un resultado que perjudicó a Independiente, que está en zona de descenso. El entrenador de la academia justificó el flojo rendimiento que estuvo lejos de alejar los fantasmas de las sospechas. “Fue un partido chato y bajo, nada más. Hoy la diferencia entre un equipo y otro fue el gol”, dijo Zubeldía. Y agregó: “No hubo nada, ellos pegaron primero. Estuvimos muy imprecisos, Quilmes tampoco nos atropelló”, acotó.
Con respecto a su continuidad, dijo: “Si renovamos, bien, y si no, también. Lo mío hecho está...”.