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A sólo dos semanas de que finalice la primera mitad del año, las cadenas de retail y comercios de venta de electrodomésticos ya están haciendo su propio balance. Una nota publicada en el sitio económico iprofesional aporta importante datos.
A diferencia de lo que ocurrió en 2012 cuando muchos argentinos decidieron “equipar” sus hogares aprovechando promociones, cuotas y descuentos de hasta el 30%, en 2013 sucede lo contrario ya que esos mismos consumidores se muestran mucho más cautos a la hora de las compras.
Y esto se hizo evidente en mayo cuando la comercialización de heladeras, microondas, freezers, aires acondicionados y lavarropas -entre otros productos de este tipo- registró una caída del 6% respecto del mismo período del año anterior, indicó Fabián Castillo de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Es que, según afirmó el experto, en los últimos meses se conjugaron una serie de factores que desde el sector califican como un “combo explosivo” que impactó negativamente en la facturación de estas empresas.
Por un lado, explicó el especialista, el retraso en el cierre de las paritarias incidió en el poder de compra de las familias que -a la espera de definiciones- decidieron cuidar sus pesos. A esto se sumó que el aporte al bolsillo del primer medio aguinaldo recién llegará a fines de junio, aunque algunas provincias ya comenzaron a pagarlo.
“Hoy la necesidad de comprar electro está adormecida”, describió Emiliano Schwartz desde la consultora Tomadato. Y destacó: “Las ventas en esta categoría están particularmente frías y más ahora que se eliminaron algunos de los beneficios porque esto hace aún más difícil que se reactiven”.
Por otra parte, Castillo hizo alusión a la “estacionalidad” como un elemento que también le viene jugando una mala pasada a los dueños de estos locales. En este sentido, remarcó que es importante tener presente que, por ejemplo, los aires acondicionados alcanzan su pico de ventas al aproximarse el verano y que los freezers y heladeras lo hacen en septiembre y octubre. Pero esto no es lo único que explica los números flojos. Los casos de dos grandes cadenas como Frávega y Garbarino, que decidieron a fines de mayo eliminar los descuentos con tarjetas bancarias, generaron un efecto adverso para los consumidores que, sumado a la incertidumbre del escenario económico actual, los llevó a “pisar el freno” y a pensar dos veces antes de incurrir en estos gastos.