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Un taxista complicó aún más al portero por el homicidio de Angeles

Martes, 02 de julio de 2013 23:04
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Fue un día movido. Entre una posible revelación que complicaría aún más a Jorge Mangeri y la imputación a una mujer por falso testimonio, aún se esperaba ayer el inminente procesamiento del único imputado en el crimen de la joven Angeles Rawson. Ayer, un taxista que habría transportado al portero declaró que durante el viaje vio cómo el portero golpeaba a unos objetos que llevaba en dos bolsas de plástico, y terminó creando más dudas que certezas.

Ante el juez Javier Ríos el trabajador aseguró que el día del crimen de Angeles traslado a Mangeri con dos bolsas de residuos al Ceamse, lo que complicaría más su situación, pero, según fuentes de la empresa de residuos, esta declaración tendría una “total falta de veracidad”.

El relato del taxista se hizo también ante la fiscal María Asaro y en presencia del abogado Pablo Lanusse, quien representa al padre de la víctima, Franklin Rawson.

El chofer, acompañado por un abogado, declaró durante más de seis horas y señaló que el día del horrendo crimen Mangeri se subió a su taxi en la puerta del edificio, portando dos bolsas de residuos, grandes y pesadas.

Incluso destacó que el portero, dado que una de las bolsas era muy pesada, le pidió ayuda a dos personas que pasaban por el lugar para subirla al baúl del auto.

De ahí llevó al portero al predio de Ceamse en el barrio de Colegiales, donde no lo dejaban ingresar con el auto, por lo que Mangeri discutió con el personal de seguridad de la entrada para poder acceder.

En ese momento salió al cruce un empleado de seguridad, aunque el pasajero se bajó y comenzó a conversar con él, tras lo cual le hicieron poner el auto marcha atrás y abrió el baúl para descargar las bolsas.

Según el taxista, el contenido de una de esas bolsas se movió y Mangeri le dijo que se trataba de un perro atropellado, tras lo cual le pidió a los empleados de la empresa algo para golpearlo.

“Le trajeron una maza, de mango corto pero de martillo grande, y Mangeri lo garroteó”, amplió el taxista.

En el mismo sentido señaló que Mangeri arrastró las bolsas y las arrojó en un contenedor que había a pocos metros, luego el encargado le entregó dinero a quienes lo ayudaron y le solicitó al taxista que lo llevara nuevamente hasta el edificio de calle Ravignani 2360.

Pero esta versión fue minimizada por Jorge Mancini, secretario gremial de Ceamse, dijo que lo dicho por el taxista “le parece inverosímil”, ya que “no se puede tirar basura en el predio de manera particular”.

Las dudas quedaron.

Lo cierto es que ayer mismo, mientras se esperaba que el juez Ríos dictamine o no el procesamiento de Mangeri, una testigo fue incriminada en el caso por falso testimonio.

De esta manera el juez Ríos promovió la investigación contra una mujer que dijo haber escuchado una conversación en la estación de micros de Comodoro Rivadavia sobre una supuesta discusión en el departamento en el que vivía Angeles Rawson, previo a su desaparición y posterior muerte, que incriminaba al entorno familiar y lo vinculaba con un caso de abuso sexual.

 Primera procesada por falso testimonio

Luego de que el juez de Instrucción Javier Ríos descartara el audio que probaría un intento de violación del padrastro Sergio Opatowski, por el que declararon los vecinos de Angeles Rawson, la mujer de la grabación se convirtió en la primera procesada de la causa, por falso testimonio.

Se trata de Beatriz Fuentes, quien tuvo contradicciones en su declaración. El juez sostuvo que mentía al no poder sostener sus dichos. La mujer se había comunicado con un periodista a quien le relató que había escuchado una conversación en la estación de micros. En esa conversación dos personas describían una presunta discusión entre el padrastro, Sergio Opatowski, la madre de la joven, Jimena Aduriz, y la adolescente, que no se probó.

La última inspección no tuvo progresos

Pasada la medianoche del lunes finalizó en el edificio de Ravignani 2360 la inspección ocular ordenada, sin grandes resultados.

Las diligencias incluyeron dos allanamientos, uno al departamento 3§A, que se encuentra actualmente vacío, y el otro donde vivía el encargado Jorge Mangeri, el único detenido que tiene el caso, y que actualmente ocupa solo su mujer, Diana.

“Estuvieron buscando fluidos o cualquier elemento vinculado a la víctima”, explicó Héctor Biondi, uno de los abogados defensores del portero Jorge Mangeri, presente en el operativo.

Según el letrado, “se hicieron pericias también en la terraza, pero lo único que se obtuvo fue un rastro de resultado negativo sobre (probable) sangre humana”.
 

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