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La incipiente democracia en Egipto tuvo su primer resbalón y caída, y a buena parte de las principales potencias del mundo como Estados Unidos, muchos países de Europa y la Liga Arabe pareció importarles poco. En ese contexto, ayer asumió como presidente interino el titular de la Corte de Justicia, Adli Mansour, quien llamó a todos los egipcios a construir la nación, llamado que incluyó a los Hermanos Musulmanes, grupo al que pertenece el depuesto Mohamed Mursi, que de inmediato fijaron posición y dijeron que no colaborarán con el régimen.
No dejó de llamar la atención de los observadores que la Liga Arabe viera con simpatía el derrocamiento de Mursi. Un poco más escuetos, los países integrantes de la Unión Europea apelaron a pedidos de pronta restauración del orden institucional.
Los EEUU, por su parte, no hablaron de golpe sino de crisis, y dijeron que esperarán a ver cómo se desarrollan los acontecimientos.
Solo en algunos países de América Latina, como en el caso de la presidenta Cristina Fernández, se escucharon voces de repudio contra el golpe, lo mismo que en Túnez y Turquía.
Al mismo tiempo, hubo ayer en Egipto varias manifestaciones en favor y en contra del depuesto Mursi.
Mursi declarará el lunes
Al mismo tiempo, se supo que el juez que investiga a Mursi por haber insultado a varios jueces lo citó a prestar declaración el lunes y le prohibió salir del país.
Mursi, como se sabe, permanece en un lugar secreto por decisión del Ejército, cuyo comandante en jefe, el general Albel al Sisi, encabezó la asonada que derrocó al primer presidente elegido en elecciones libres en el país del Nilo el año pasado. En el proceso que los investiga están implicados otros 8 altos dirigentes de la Hermandad Musulmana.
Ayer se informó que había sido detenido el máximo líder del grupo, Mohamed Badie, en una ciudad costera, donde vivía en una casa que le prestaba un empresarios partidario. Las nuevas autoridades siguen buscando al resto de los líderes que están siendo investigados.
Mansour, quien fue elegido anteayer por las Fuerzas Armadas tras un golpe militar que derrocó a Mohamed Mursi, aclaró que asume por “un período interino” y convocará a elecciones presidenciales “en un futuro próximo”.
Al salir de la ceremonia de investidura, en un gesto conciliador, el nuevo presidente llamó a los Hermanos Musulmanes a participar en la construcción de la nación, “de la que nadie debe quedar excluido”.
Además, consideró que “la revolución del 30 de junio corrigió la revolución del 25 de enero de 2011” que derrocó a Hosni Mubarak, y añadió que cuando cientos de miles de personas salieron a las calles para pedir la renuncia de Mursi, se produjo “la reunificación del pueblo egipcio”.
Hermanos Musulmanes
En el arresto más notorio desde el derrocamiento de Mursi, funcionarios de seguridad dijeron que Mohamed Badie, líder supremo de la Hermandad Musulmana, fue detenido en Marsa Matrouh, una ciudad costera del Mediterráneo al oeste de El Cairo, donde había estado viviendo en una casa de un empresario con vínculos con la Hermandad.