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Te acordás hermano, qué tiempos aquellos

Sabado, 17 de agosto de 2013 01:58
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 El mundo avanza y la tecnología se lleva puesta las antiguas costumbres de nuestra época de niñez. Mañana es el Día del Niño y entre las ofertas de los comercios, entre tantas, están los celulares como propuesta. Pensar que varias décadas atrás, nuestro “teléfono” de juguete eran dos latas de salsa de tomate unidas con un hilo. Sí, ya sé que todo cambia, pero lo que quiero hacer notar es que ya desaparecieron del mapa muchos juguetes artesanales.

 Además de las dos latas de salsa de tomate con el hilo, tampoco veo chicos empujando una rueda con un fierrito. Es más, comparando nuestros tiempos con los actuales me atrevería a pensar ¡qué giles o inocentones que éramos! En la cuadra de la Ituzaingo al 600 tenía de vecino a don Santa Cruz, un carpintero tan habilidoso que a sus hijos Tito, Toto, Pichón, Nena y Belito, les fabricaba todo tipo de entretenimientos en madera, como el senku, por ejemplo, ese juego con fichas que había que ir eliminando hasta dejar una en el centro. De allí también conocimos los famosos barrilete cajones. Les estoy hablando de cinco décadas atrás, cuando a los barriletes y cometas las pegábamos con engrudo. Ahora la harina está tan cara que si le choreamos harina a la vieja nos saca sonando. ¡Te acordás hermano, qué tiempos aquellos!

 

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