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Promotores del estancamiento

Martes, 20 de agosto de 2013 02:19
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Escasos días atrás un activista del “ecologismo anti” publicó un breve pero agresivo artículo, cuyo mensaje excluyente es la oposición total a las construcciones de nuevas usinas hidroeléctricas, las consabidas y muy sesgadas críticas a Yacyretá, a lo que se agrega la demonización de la generación nuclear; todo ello siempre expresado con carácter totalitario, desechando toda opinión disidente, que no acate el “pensamiento ecológicamente correcto”.

Si bien es un tema que los fervorosos y muy dudosamente basados militantes del ultra ecologismo nunca mencionan, resulta evidente que siguen a pies juntillas las “instrucciones” dictadas por las transnacionales del ecologismo fundamentalista.

Las ONGs transnacionales más activas en nuestro país Greenpeace y WWF (F. Vida Silvestre)-, no por casualidad son claros operadores del Imperio Británico, por el cual fueron creadas y a cuyos mandatos evidentemente obedecen, además de ser muy funcionales a los intereses de las petroleras anglosajonas.

La “agenda” impuesta por aquellas ONGs dicta atacar sistemática y demoledoramente a las generaciones nuclear e hidroeléctrica, con campañas que hacen parecer inocentes nenes de pecho a las huestes totalitarias goebbelianas, imitando y profundizando aquello de “miente, miente que algo queda”.

Esa “agenda” se complementa con el rechazo absolutista a las producciones de hidrocarburos no convencionales... “casualmente” los más abundantes en Argentina, y los únicos que en un plazo productivamente breve (5 años), nos pueden transformar de importadores a grandes exportadores.

Toda esa perversa jugada mediática de las ONGs británicas no es casual ni inocente. Una Argentina débil y subdesarrollada deja de ser un problema, para volver a ser una oportunidad, para los intereses del hoy algo alicaído G 7 (Grupo de los Siete), hasta hace poco las excluyentes potencias económicas mundiales.

Si por vía del ecologismo fundamentalista, el G 7 nos obligara a abortar de cuajo nuestros proyectos hidroeléctricos y nuestro muy avanzado y prestigioso Plan Nuclear Argentino, nos estaría empujando de lleno hacia la total dependencia de los hidrocarburos (petróleo y gas). Y como además pretenden “prohibir” nuestra soberana decisión de extraer petróleo y gas no convencional, claramente quieren condenarnos al subordinado rol de importadores crónicos de combustibles, lo cual si sucediera nos llevaría de las narices a un esquema de subdesarrollo crónico, resignando por completo nuestra soberanía y condenándonos a la miseria y el estancamiento.

Los agitadores del ultra ecologismo pretenden ignorar, o soslayan adrede, una contundente limitante técnica: solo existen tres tipos de tecnologías aptas para funcionar como usinas de base: termoeléctricas, hidroeléctricas y nucleares. Al atacar a dos de ellas, favorecen de hecho a la más contaminante y costosa alternativa de generación de base.

Todas las otras tecnologías (eólica, solar, etc.) son complementarias, e inútiles técnicamente para funcionar como bases de ningún sistema eléctrico.

El engaño a escala masiva incluso llegó a montar un mentiroso supuesto plan (o “escenario”) energético alternativo, difundido con tanto bombo como carencias absolutas del debido respaldo técnico y científico, con un montaje mediático agresivamente falaz, convenientemente aderezado con dosis del usual terrorismo comunicacional, del cual recurrentemente se valen las transnacionales del ecologismo cavernario, sus apéndices locales, y al cual por desconocimiento o cerrado fanatismo adhieren tan fervorosamente sus “chirolitas” locales.

 

 

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