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Ella se llama Felipa Sandobal y ayer cumplió 100 años de vida.
Lo festejó con un concurrido almuerzo en Villa Violeta, de San Luis.
Hasta los movileros de los medios de prensa estuvieron en los festejos que se ofreció en su propia casa.
Allí estuvieron sus 9 hijos, los 38 nietos, 30 bisnietos y los cuatro tataranietos.
Antes de la comida el sacerdote Luis Lanterne celebró una misa en su agradecimiento en la gruta que construyó a la par de su vivienda.
La mujer nació el 22 de agosto de 1913 y siempre vivió en el Valle de Lerma.
“Siempre fue una ama de casa”, dijo su hijo Luis Sandobal quien además explicó que “las mujeres de antes tenían el oficio bastante duro de cuidar la casa ya que todo se hacía a mano. Lavar la ropa, preparar el pan y la comida era tareas muy duras”, dijo el hombre orgulloso.
Lo cierto es que dona Felipa también trabajó en los campos, sobre todo para los tiempos de la cosecha de tabaco.
Cuentan además que cabalgaba muy bien.
Ahora ya vive tranquila con su jubilación, en su propia casita de campo, y sólo toma medicamentos para controlar la presión.