Los vecinos del pueblo de Atocha, en San Lorenzo, se preparan para celebrar el 65§ aniversario de la creación del pueblo, realizada el 7 de agosto de 1948, aunque la celebración oficial se llevará a cabo el próximo 1 de septiembre.
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Los vecinos del pueblo de Atocha, en San Lorenzo, se preparan para celebrar el 65§ aniversario de la creación del pueblo, realizada el 7 de agosto de 1948, aunque la celebración oficial se llevará a cabo el próximo 1 de septiembre.
En esa fecha de agosto las autoridades provinciales autorizaron la demarcación de los terrenos donde hoy se levanta el pueblo.
Hacia 1925, en la zona había solo un grupo de casas alrededor de la finca El Prado, a la que se llegaba a caballo y en carruajes desde Salta por un sendero polvoriento.
Cabe señalar que la creación de Atocha se encuentra íntimamente ligada al culto a la Virgen de Atocha.
Un poco de historia
Cuenta la historia que el padre del poeta José Solís Pizarro y dueño de la finca donde hoy está sentado el pueblo, encontró entre las raíces de un árbol un trozo de concha marina que tenía tallada una virgen con el niño Jesús en los brazos con la inscripción Nuestra Señora de Atocha. “Si aquí apareció, aquí debe estar para velar por el bien de todos”, cuentan que dijo y por ello le cambió el nombre a su finca.
Aunque nadie puede explicar cómo llegó la imagen de la Virgen al paraje, la tradición sostiene que, como la zona era lugar de tránsito de los conquistadores españoles, alguien la perdió.
Lo cierto es que, enterados de la presencia de la virgen, los gauchos de las fincas vecinas comenzaron a acercarse para rezarle y, un año después, el obispo de Salta y Jujuy, monseñor Campero y Aráoz, bendijo la imagen y bajo un toldo de campaña del Regimiento V de Caballería Gemes celebró la primera misa ante diez campesinos.
Fue así como José Solís, el padre del poeta, tomo la decisión de que en sus tierras se fundara el pueblo de Atocha.
La piedra fundamental se colocó dos años después.
Luego, años más tarde, el poeta José Solís Pizarro decidió fundar la “República Lírica de Atocha”, que debía convertirse en la patria espiritual de los poetas del norte.