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Llovizna. Víctor y Claudia mateaban, cuando El Tribuno llegó a su casa ubicada en barrio San Silvestre, en la zona oeste de la ciudad. La barriada es el paso obligado de decenas de funcionarios públicos que a diario atraviesan la avenida San Martín para llegar a la Casa de Gobierno, en el Grand Bourg. Allí la sensación de que son mirados de reojo se convierte en certeza: falta de agua, mal estado de las calles, inseguridad y eterna espera del colectivo 4A forman parte de una larga lista de reclamos.
Víctor Lamas, vecino del barrio, que dirigió el centro vecinal por algunos años, puntualizó: “Ahora que estamos en época de lluvias hay calles imposibles de transitar. El agua lava el ripio y se abren zanjones. Encima, aquí la tierra es greda de barro muy pegajoso, si alguien se queda con el vehículo directamente no pasa”.
El barrio ya tiene 22 años de vida. En las 30 manzanas habitan por lo menos 700 familias. Casi todas las calles, excepto tres cuadras de la San Roque y unas siete de la Reyes de España, cuentan con cordón cuneta. Pero el sueño de todos ellos es que le pavimenten (o adoquinen) las calles.
“Le cambiaría la cara al barrio. Ya lo pedimos, pero no nos dan respuestas”, señaló Claudia Tolaba.
El agua es otro de los grandes problemas de la zona. “En Salta, la gente en general comenzó ahora a tener inconvenientes con el suministro del agua, pero nosotros en San Silvestre hace 14 años que sufrimos de la falta del agua. En el mejor de los casos tenemos desde la madrugada hasta las 10, y en el extremo, como pasó hace unos días, hubo vecinos sin agua durante cuatro días”, contó la mujer.
La poca frecuencia, de 25 minutos, del colectivo 4A, los enfurece cada vez más. “Es el colmo que haya dos coches por vuelta. Para peor, cuando pasan por acá ya no paran. Vienen llenos de arriba (barrios Palermo, Costa Sur, Olivos, etc). En tiempo de clases es un suplicio”, contó Timotea Camacho, otra vecina.
Por este motivo, hay quienes se ven obligados a bajar por la avenida San Martín caminando al centro. “El otro día, por la mañana, muy temprano, una mujer fue asaltada en el puente”, dijo Claudia Tolaba.
Patotas
La inseguridad también se adueñó de San Silvestre. “Hay enfrentamientos de patotas, muchos grupos en las esquinas, donde circulan alcohol y drogas”, contó Amelia Arroyo.
Pidió “por favor a las autoridades que hagan algo porque cada vez más chicos se arruinan la vida y después hacen daño a los mismos vecinos”.
Dicen que la iluminación pública con baja potencia ampara la “junta” de los grupos. “Deberían poner focos nuevos que alumbren mejor y realizar patrullajes más seguido”, agreg aron.