¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
7 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Adolfo Bioy Casares, desde el cuento y la novela

Domingo, 09 de marzo de 2014 03:05
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Nacido en Buenos Aires el 15 de septiembre de 1914, este año Adolfo Bioy Casares cumpliría, al igual que Julio Cortázar, cien años. Hijo único de una tradicional familia argentina, se casó con la escritora Silvina Ocampo, hermana de la celebérrima fundadora de Sur, Victoria. Falleció en su ciudad natal el 8 de marzo de 1999.

La escritura de Adolfo Bioy Casares (1914-1999), se constituye en el sistema literario argentino, como una prolongación del fantástico y policial urdido por Jorge Luis Borges -y también así lo reconoce el mismo Julio Cortázar -como una narrativa de ricas aristas psicológicas, especialmente en el tratamiento de caracteres femeninos. Bioy Casares conoció a Jorge Luis Borges en 1932 y junto a él, firmó libros con los pseudónimos de H. Bustos Domecq y Suárez Lynch. También compartió con su mujer, Silvina Ocampo, varios trabajos en colaboración.

Si bien es cierto que Borges no escribió novelas, muchos de sus cuentos proponen una teoría de la novela, de modo tal, que puede hablarse de un antes y un después de Borges en la narrativa (y en la novela) hispanoamericana. Bioy Casares en cambio escribió novelas donde se rastrean las grandes enseñanzas de Borges, las estrategias del narrador, el efecto de realidad a la manera de Cervantes transcribiendo ficticios manuscritos o contando historias de ficticios narradoras como aquel Cide Hamete Benengeli que es quien narra finalmente gran parte de las aventuras de Don Quijote, o tejiendo tramas de contenido psicológico notable como El sueño de los Héroes. De este modo, podemos decir que Bioy Casares llevó adelante lo que teorizó Borges en sus cuentos acerca de la novela, y aseverar que los dos grandes novelistas que evoca Borges en “Pierre Menard, autor del Quijote”, o sea Cervantes y Marcel Proust están en la narrativa de Bioy Casares.

Su escritura, tan cercana y , por momentos, tan alejada de Borges, no solamente se modelará a partir de los amores literarios de su maestro, provenientes principalmente de la literatura inglesa y norteamericana, sino de escritores emblemáticos de la literatura española y argentina como lo son Azorín, Pío Baroja, José María Pereda, Mansilla o Arturo Cancela. En este punto, aparece el reconocimiento y la deuda de Bioy Casares hacia la lengua española.

Hay en Bioy alma de novelista y el mundo que Borges construye en muchos de sus cuentos, la parodia y el simulacro de composición, comentario y lectura de novelas, surge en Bioy de un modo claro, sencillo y contundente. Hay en su producción cuentos, sin duda magistrales, verdaderos ejemplos en su género, como “Una muñeca rusa”, “Catón”, “Ovidio” o las novelas breves “El perjurio de la nieve” o “En memoria de Paulina”, con sutiles historias de amores y deseos, tramas ocultas de silenciosas proezas, de particulares empresas, y renunciamientos que justifican o condenan una vida humana, pequeñas epopeyas, minuciosos inventarios de derrotas, en suma, materia de la novela.

Desde La invención de Morel (1940) su primera novela, prologada por Borges y que se plantea claramente como literatura fantástica, Bioy no dejó de transitar y profundizar en la novelística, en esa laboriosa manera de enhebrar los fragmentos del mundo y de la vida, de la historia general y los deseos particulares, en ese océano que es el lenguaje mismo que a veces exige faros o anclas: la visión del novelista, el trabajo del relato.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD