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Luego que el sábado pasado, El Tribuno sacara a luz la irregular situación que vive el Concejo Deliberante de Cerrillos, que permanece sin sesionar, tres de sus miembros se apresuraron a convocar a una conferencia de prensa en un bar de la ciudad de Salta. Querían aclarar “la grave situación del cuerpo”, según un comunicado que remitieron a la prensa.
Los convocantes fueron Fidel Torres, del partido MILES; Juan Martínez, de la UCR y Ramón Abalos; y Carlos Paz, defensor del pueblo.
Tal como estaba programada, la conferencia se concretó el lunes en horas de la mañana en un bar de Necochea y Zuviría, a metros de la sede del Partido Justicialista, de la ciudad de Salta.
Entre los presentes estuvieron los ediles convocantes Fidel Torres, el radical Juan Martínez, Ramón Hilario Abalos y el defensor del pueblo de Cerrillos, Carlos Paz. Además del diputado provincial Mario Abalos.
En el momento que el concejal Fidel Torres daba inicio a la conferencia de prensa, arribaron al lugar los ediles opositores Miriam Valdiviezo y Tomás Aranda, los que siguieron atentamente las exposiciones de Torres y Martínez, mientras observaban que el Defensor del Pueblo, Carlos Paz “cumplía, desde una silla cercana, el papel de un apuntador de teatro” señaló Valdiviezo.
Luego de la exposiciones de los ediles convocantes pidió la palabra el concejal Tomás Aranda según dijo: “Para aclarar unos conceptos aquí vertidos”. No lo pudo hacer ya que Martínez totalmente fuera de sí le espetó a los gritos: “Si querés prensa y exposición mediática convocá vos a otra conferencia de prensa...”. Esto desató un escandaloso griterío que de pronto se interrumpió cuando desde la puerta un vecino cerrillano, del barrio Los Pinares, comenzó a vociferar. Según se nos informó, se trataba de Ricardo Gallegos, quien se acercó amenazante al defensor Carlos Paz acusándolo de ser el culpable de lo que pasa en el Concejo Deliberante y que en lugar de mediar azuzaba a las partes en conflicto; y de haber cobrado de manos del edil Fidel Torres, una abultada deuda judializada.
Ni lerdo ni perezoso y, acostumbrado a estos avatares, Carlos Paz echo mano a su teléfono móvil pulsó la tecla roja y sin titubear convocó al 911 que a poco, se hizo presente en el bar de la discordia.
Por indicación de Paz, la policía intentó llevarse haciendo “caranchito” al revoltoso Gallegos, pero este paró en seco a los azules cuando en tono rotundo les inyectó la duda: “Yo no soy el culpable, sino éste mal designado defensor del pueblo. Llévenselo a éste...”.
Ante la duda, la policía optó por dejar a los dos librados a su suerte, instantes que aprovechó el defensor para hacerse repelúz.
Por los gritos, el escándalo y la presencia policial terminó abruptamente una conferencia de prensa que pretendía aclarar un tema, pero que al final quedó más turbio que antes.
En tanto, en la vereda del bar, Tomás Aranda, el edil excluido por Torres, pudo a sus anchas aclarar la situación con la justicia penal ante la prensa. Dijo que en tiempo y forma había apelado la sentencia que recientemente lo condenó a tres años por el homicidio culposo del joven Alejandro Levin Abrebanel.