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En medio de la profunda crisis institucional que vive el Concejo Deliberante de Cerrillos, que permaneció varios meses paralizado casi por completo, hay indicios de normalización.
Al menos si el concejal del Partido Obrero, Diego López, decide el próximo jueves dar quórum como lo hizo la semana pasada, al menos por un rato.
Tras asumir en diciembre de 2013, los siete ediles abrieron el período ordinario el 1 de marzo de este año, pero a causa de diferencias políticas no sesionaron hasta el 22 del corriente. Con la presencia de Fidel Torres (Miles), Ramón Hilario Abalos (PPS), Juan Martínez (UCR), Roberto Tomás Aranda (Salta Somos Todos) y López (PO) pudieron poner en marcha el orden del día.
Solo dos proyectos, considerados por los funcionarios legislativos municipales de vital importancia para la comunidad, fueron puestos en consideración y aprobados. Se trata de dos pedidos de informes. Uno para que el Ejecutivo informe sobre los gastos de celulares. El otro solicita un detalle acerca de las pérdidas que habría ocasionado este año el Festival de la Zamba, organizada por una agrupación de gauchos. Si bien no existen cifras oficiales, algunos especulan en el deliberante que podría rondar los 500 mil pesos.
Pero este indicio de normalización duró poco. Antes de darse por concluido el plenario, el representante del PO pidió un cuarto intermedio aduciendo problemas familiares que lo obligaban a retirarse del recinto. La moción fue denegada y ante el riesgo de quedar nuevamente sin quórum, los presentes decidieron dar por terminado el acto.
Los más escépticos en el Concejo Deliberante manifestaron que nada asegura que López de quórum el jueves. De no presentarse a las 9, horario de inicio de sesiones, volvería a quedar paralizado el órgano legislativo local, ya que al parecer sigue firme la postura de Gustavo Casimiro, Miriam Valdiviezo de no concurrir al recinto. Estos ediles, manifestaron en reiteradas ocasiones junto a Roberto Tomás Aranda que desconocen la autoridad del presidente del cuerpo, Fidel Torres, cuya elección, señalan, está viciada de nulidad.