inicia sesión o regístrate.
A quien concierna, si es que a alguno de los organismos involucrados le concierne el tema, cosa que en este momento dudo seriamente: Hace unos cuantos años que vengo trabajando en el rescate, cuidado y ubicación en buenos hogares de perros y gatos abandonados en la calle, cooperando con los organismos defensores de animales de nuestra ciudad y provincia en la medida que me fue posible. He llegado a albergar transitoriamente hasta quince animales por mes -a veces incluyendo gatos, lo que por supuesto complicaba un poco más la tarea, siempre llevada a cabo con amor, paciencia, y costos económicos que requerían mucho sacrificio personal realizado con gusto en beneficio de estos seres necesitados.
Pero me cansé. No del contacto con los animales, sino de tener que soportar constantemente las infantiles rencillas de celos, envidia y competencia entre los diferentes organismos con quienes trabajaba. Que si albergo temporariamente un perrito entregado por A, no puedo pedirle a B que lo castre, ni contactarme con C que tiene el hogar ideal para este animalito con problemas de salud porque A quiere acaparar toda la “gloria” del rescate. Y si el veterinario que normalmente trabaja con A no está disponible, y se lo llevo al veterinario de B, A y B se pelean por el costo de la atención médica y se enojan conmigo por no haber esperado hasta que el veterinario de A pudiera atender al enfermo. Y más, y más, y más... y me cansé.
Ya no trabajaré con ninguna protectora de animales, a pesar de que, debo reconocer, hay dos o tres personas que hacen su trabajo calladas y sin “cámaras”. Pagarán justos por pecadores. Lo verdaderamente triste es que, trabajando sola, ya no podré atender a tantos animales, porque solamente albergaré, trataré y buscaré hogares para los perros que yo encuentre en la calle, y no recibiré más de las protectoras.
Tal vez algún día esa “bolsa de gatos” aprenda a cooperar entre ellas y convivir sanamente. Pero lo dudo. Parecería ser que para ellas lo más importante es la figuración ¿Cuánto status puede otorgar la beneficencia hacia los animales? Allá ellas... y lamentablemente, allá también los animales.
L. Corbalán
Ciudad