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Este economista tranquilamente podría ser candidato al “Premio Nobel de la Paz” (algunas organizaciones le pidieron autorización para proponerlo). Reconoce que en Blangladesh, Honduras o la propia Argentina, los intereses de los sectores avanza sobre los derechos de los más necesitados.
“En esta lucha contra la pobreza deben trabajar juntos los gobiernos y la sociedad civil”.
Podría haber efectuado el lanzamiento en otra universidad ¿Por qué eligió Salta?
Se hace aquí en la Ucasal por su jerarquía académica, por su seriedad y por su compromiso de servicio. No hay diplomatura de este tipo, es nueva y la Ucasal apoyó muy fuerte esta iniciativa. Aquí se creó la cátedra Bernardo Kliksberg y, en el marco de esa cátedra comenzamos a formar parte de una red de más de 150 universidades actualmente en América Latina para el emprendedurismo social.
¿En que consiste?
Vivimos en un mundo donde más de 300 mil madres, 5.000.000 de niños mueren todos los años por causas evitables que tienen que ver con la pobreza. El emprendedor social es alguien que no se conforma con ver la noticia en los diarios. Tampoco le basta con escuchar algunas de las conferencias de quienes estamos permanentemente denunciando estas cosas o ver al papa Francisco hablando de este tema.
¿Tiene espacio para desarrollar su prédica en el escenario actual?
Si... porque quiere hacer algo para cambiar. Algunos proyectos sociales han tenido un impacto muy fuerte.
El más importante es la que realizó el premio Nobel de la Paz Muhammad Yanus...
Concibió la idea del microcrédito, la de prestar a los más pobres aunque no tengan garantías, apostar por ellos. Creó en Bangladesh, el Grameen Bank (el banco de la aldea) concentrado en dar pequeños préstamos para desarrollo productivo.
En un mundo capitalista ¿Tiene resultado?
Brinda una de las mejores tasas de retorno de los préstamos de toda la industria bancaria mundial. Además Yunus lo concibió como una organización antiburocrática, sin papeles, descentralizada, con sus agentes trabajando en medio de la gente. Tiene hoy más de ocho millones de prestatarios en el país. Presta más de 100 millones de dólares al mes. Tiene préstamos que van desde diez dólares (para mendigos), hasta mil dólares (para microempresas), destacando que el dinero viene de los depósitos de los mismos préstamos.
La experiencia se ha reproducido ya en 80 países y más de 500 millones de personas reciben microcréditos. Por otra parte el 95% fueron concedidos a mujeres. Debían conformar un grupo y si bien el préstamo era individual, todo el grupo se hacía responsable de su devolución.
¿Mucho tiene que ver la implementación de políticas públicas?
Como dice la presidenta de Brasil hay 17.000.000 de personas en pobreza extrema todavía en el Brasil. Ha bajado muchísimo la pobreza. Se estima que aproximadamente 40 millones de personas han salido de la pobreza gracias a las políticas publicas, pero quedan mucho más. Este emprendimiento social ayuda a eso. En su momento “Lula” se apoyó muy fuerte en los emprendedores sociales.
¿Cómo actúan los gobiernos frente a esta nueva disciplina?
Hay algunos países como Brasil, Argentina, Chile y Uruguay, que los entienden, pero hay que tener en cuenta que el 27% de toda la población de América Latina está debajo de la línea de pobreza.
¿Es oportuno pensar en la creación de un ministerio de políticas públicas?
Normalmente nuestros gobiernos centrales y provinciales tienen un ministerio de desarrollo social y otros ministerios vinculados que ya trabajan en políticas públicas. No sería una mala idea que exista un área del gobierno que trabaje con el tercer sector.