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El Mundial de Brasil se quedó al término de la primera fase sin cinco figuras. Uno de los que tuvo que hacer la valija antes de tiempo es Cristiano Ronaldo. El portugués, quien este año recibió el balón de oro como el mejor jugador del Mundo, tuvo un opaco paso por tierras brasileñas. Sólo convirtió un gol y mostró un juego desdibujado y sin grandes matices. Su problema en la rodilla derecha no lo dejó entrenar con tranquilidad, además contó con un seleccionado pobre. En el Real Madrid está acostumbrado a que todos jueguen para él, en Portugal nadie lo hizo, pero ni así su figura resaltó. El fracaso total I.
Otro que pasó sin pena ni gloria fue el inglés Wayne Rooney. El goleador del Manchester United de calidad innegable sólo marcó un gol, pero esto ni siquiera le sirvió a Inglaterra para ganar un juego en Brasil. Esta fue su tercera Copa del Mundo, con Uruguay estuvo cerca un par de veces, pero falló en la definición, con Italia pasó casi desapercibido, mientas que con Costa Rica fue suplente, ingresó, pero no pudo ayudar a su equipo a retirarse como ganador. Fracaso total II.
Luis Suárez, de Uruguay, tenía en sus manos convertirse en una de las grandes figuras en Brasil. Su estrella comenzó a brillar ante Inglaterra al que le convirtió dos goles. Su estilo agresivo dentro del área hizo que los charrúas sueñen con volver a repetir el Maracanazo que ocurrió en el 1950. Suárez pasó de héroe a villano en solo cuestión de horas. Porque el goleador se pasó de la raya ante Italia, mordió a Chiellini y se tuvo que ir por la puerta de atrás, expulsado del Mundial. Pudo haber terminado como leyenda y se fue a su casa para ver el resto de la Copa. Fracaso total III
Diego Costa, un brasileño nacionalizado español, rechazó jugar para la verdeamarela y se puso la roja. Costa brilló en el Atlético Madrid del Cholo Simeone y estaba llamado a ser una estrella sobresaliente de este Mundial. Llegaba con grandes antecedentes de goleador y estaba hambriento de goles, y demostrar su categoría nada menos que en el país que lo vio nacer. Pero nada de eso sucedió. España jugó una Copa horrible, al igual que Costa. Se fue con dos partidos, cero goles y un penal inventado que él no pateó. Fracaso total IV.
El último de esta lista es nada menos que Mario Balotelli. Llegaba a Brasil con grandes antecedentes de goleador. Fue, justamente, el que más marcó en las Eliminatorias que posibilitaron que los tanos inscriban su nombre en la Copa del Mundo. Con pasta de líder Balotelli fue titular en los tres encuentros. Ante Inglaterra jugó un aceptable encuentro, aunque estuvo lejos del área y lejos de llegar a la red. Ante Costa Rica deambuló por la cancha y ni Andrea Pirlo, un exquisito con la pelota en los pies, pudo hacer que el goleador pueda gritar en tierra brasileñas. Y el último encuentro frente a Uruguay directamente no tocó ningún balón. Recibió una amarilla y se quedó en el banco de relevos en el ST. Las imágenes que llegaban de Balotelli era de pura impotencia, sus lágrimas daban cuenta del triste final de él y de Italia. Tendrá oportunidad de jugar otro Mundial, pero en este fue el fracaso total V.