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Cristina prepara el terreno

Domingo, 08 de junio de 2014 01:52
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Pese a la baja popularidad que ostenta hoy el Gobierno y al inminente procesamiento del vicepresidente de la Nación, Cristina de Kirchner está retomando el protagonismo político que le cedió a la oposición tras la derrota electoral de octubre pasado. En solo dos semanas anunció el acuerdo con el Club de París, una amplia moratoria para los jubilados, un nuevo ministerio de Cultura, la incorporación de nuevas vacunas obligatorias al calendario oficial y la ampliación de la Autopista Illia, clave en el manejo del tránsito de porteños y bonaerenses.

La Presidenta, con estas cuatro medidas y varias más que se anunciarán en breve, está preparando el camino para una sucesión que la deje en un lugar lo más expectante posible de cara a la renovación presidencial de 2019. La idea del Gobierno, admitida ayer a El Tribuno por una alta fuente gubernamental, es ordenar la macroeconomía para que el próximo presidente no pueda usar a la “herencia recibida” como un descrédito hacia el kirchnerismo. Eso, aún a costa de perder respaldo popular actualmente con la demora en la actualización del mínimo de Ganancias y con un techo más bajo que la inflación para todas las paritarias.

El objetivo oficial tiene mucho de lógico, aunque también de contradictorio. Esa misma postura es la que hoy sigue esgrimiendo Cristina cuando compara a la Argentina actual con la de 2003, sin reparar que el crecimiento económico ya había empezado durante el duhaldismo.

“Estamos resolviendo los problemas del frente externo, estamos bajando paulatinamente la inflación, logramos equilibrar el precio del dólar y seguramente en poco tiempo aumentarán las inversiones”, agregó el informante, quién pidió reserva de su identidad. La suba de precios, quizás el problema más grave de la economía actual, se está moderando lenta pero constantemente, aunque aún se desconocen las secuelas que generará para la actividad económica del mediano plazo el derrumbe del consumo y las altas tasas de interés de los bancos. Ambas decisiones priorizan la especulación financiera por sobre el dinamismo del comercio, a contramano con el plan económico de la última década.

La parálisis que está mostrando el sector automotriz, producida sobre todo por la baja en las exportaciones a Brasil, amenaza con trasladarse a otros rubros de la economía como el comercio y la recreación. En el Gobierno creen que el vecino país se recuperará a partir de julio, aunque nada garantiza objetivamente que sea así. La pérdida de puestos laborales puede significar para el oficialismo el derrumbe de cualquier estrategia para irse en buenos términos.

Como Cristina tiene fe de que la economía pasará el próximo semestre por un veranito muy superior al actual, no hay discurso en el que no mencione públicamente a su ministro preferido: Axel Kicillof. Es evidente que la jefa de Estado está pensando en el joven funcionario para un cargo de jerarquía a partir de 2015, aunque en el laboratorio de la Quinta de Olivos todavía no saben para cual. Piensan en él como candidato a la jefatura de Gobierno porteño, piensan en él para un lugar preponderante en las listas legislativas del kirchnerismo y algunos hasta se ilusionan con una eventual postulación presidencial. Este último punto solo podría ser posible si el Frente para la Victoria decide ir con un candidato propio que no sea Daniel Scioli casi seguro triunfador en las PASO-, que aún están muy lejanas.

La política

En ese contexto, el acercamiento entre el Gobierno nacional y el macrismo tiene condimentos electorales de cara a 2015, pero sobre todo mucho simbolismo político. La jefa de Estado sabe que el próximo mandatario, sea cual sea, tendrá un perfil mucho más conciliador que el mostrado por el kirchnerismo durante la última década. Por eso, las fotos con Mauricio Macri favorecen a ambos: Cristina muestra que trabaja codo a codo con uno de sus principales opositores y el líder del PRO exhibe tolerancia para anunciar obras junto a una Presidenta con baja imagen positiva.

Ambos dirigentes buscan instalar en la opinión pública que no existe ningún pacto entre ellos y que solo se trata de inauguraciones de gestión. Lo cierto es que estas “inauguraciones de gestión” casi no existían meses atrás y son muy escasas con otros referentes opositores como José Manuel de la Sota, Antonio Bonfatti o Ricardo Colombi.

El caso Boudou

La declaración indagatoria que hará mañana Amado Boudou volverá a colocar al Gobierno en una incómoda situación. Ocurre que el vice levantó su perfil mediático en paralelo a su peor momento judicial. ¿Hay una exageración en los medios de comunicación con el caso Ciccone? Puede haber una sobrevaloración de la noticia, pero es indudable que un hecho de corrupción que salpica a un funcionario tan alto es noticia aquí y en cualquier país del mundo.

Un encuestador consultado por El Tribuno aseveró que una eventual renuncia de Boudou podría descomprimirle algo la situación a Cristina, pero que no quitará el asunto de la opinión pública. “La sociedad castiga al vice por su frivolidad pero no la perdona a Cristina por haberlo elegido. El error de la Presidenta ya fue cometido y ahora deberá convivir con ese costo hasta el final de su mandato”, dijo el consultor.

 

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