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Acne, los nuevos tratamientos

Miércoles, 24 de septiembre de 2014 00:40
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Los pequeños hoyos en la piel se llaman poros y se conectan a las glándulas sebáceas por debajo de la piel. Es­tas glándulas producen una sustancia grasosa llamada sebo. Los poros se conectan a estas glándulas a través de un canal que se llama folículo y, dentro de los folículos, el sebo transporta las
células de piel muerta a la superficie de la piel. Un vello delgado también crece por debajo de la piel y pasa a tra­vés del folículo para llegar a la superficie. Cuando se tapa un folículo, se crea un grano o espinilla.
Es una enfermedad de la unidad pilosebácea. En las niñas puede aparecer antes de la menarca, incluso a los 9 años. En los dos sexos la incidencia máxima ocurre entre los 13 y 16 años, aunque puede persistir hasta el 3º ó 4º decenio de la vida y aún más. La ma­yoría de los granos o espinillas se encuentran en la cara, el cuello, la espal­da, el pecho y en los hombros. El acné no es una amenaza grave para la salud, pero puede dejar cicatrices. Por eso, cuando el enemigo está cerca, es mejor conocerlo y tener las armas pa­ra enfrentarlo. Difícil, pero no imposi­ble.

Lo que afecta

El acné afecta la cara, el tórax, y la espalda, dependiendo de los folículos pilosebáceos de cada persona. En su etiología se pueden mencionar:
1) Uso de cosméticos, pomadas gra­sas ó aceites, en pacientes predispues­
tos.
2) Bajo control de ACTH (hormona)
3) Androgénico (hormonas masculi­
nas)
4) Algunos fármacos y sustancias químicas. Por ejemplo el corticoides.

Los factores genéticos son importantes y determinan la gravedad, duración y el patrón clínico. No se ha de­mostrado que la dieta influye en el acné, no se debe al abuso de chocolate, grasa, ni comida "chatarra".

El daño en la piel y la psiquis

La presentación típica del acné es la aparición de comedones abiertos y cerrados.
Posteriormente pueden agregarse lesiones inflamatorias como pápulas o pústulas.
Al sanar las lesiones pueden dejar cicatrices sobre elevadas o deprimidas.
Los estudios indican una alta correlación entre el acné y la baja autoesti­ma, la vergüenza, la ansiedad, depre­sión y trastornos sociales, particularmente aislamiento social.
El acné agudo debe ser tomado en serio y no dejar que avance . Se puede detener y se pueden evitar los daños que producen en la piel y la psiquis.

Cómo se lo clasifica

1- Acné Comedogénico: se caracteriza por la presencia de comedones abiertos, clásicos puntos negros
También hay comedones cerrados con un orificio apenas perceptible cubiertos por epidermis. Ambas lesiones constituyen la base del acné que pueden evolucionar con procesos inflamatorios.

2- Acné papulo pustuloso: se caracte­riza por la presencia de pápulas de 1 a 5 mm de diámetro rojas y pústulas

3- Acné nodulo quístico: presenta nódulos inflamatorios de más de 5 mm de diámetro y quistes.

Así se forma

Esos molestos y aveces dolorosos granos tienen todo un complejo proceso de formación. La unidad pilose­bácea está constituida por el folículo piloso y la glándula. El acné se produ­ce por la obstrucción de la unidad pi­losebácea, retiene el sebo producido por ésta las células del folículo piloso.
El exceso de producción de sebo se inicia alrededor de los 9 años, estimulados por la mayor producción de an­drógenos adrenales y una mayor descamación del ostium folicular, lo que se ensancha y produce el comedón. La oxidación de la grasa del comedón la oscurece y produce el llamado "punto negro".y cuando no se produce el en­sanchamiento del ostium, se ve como "punto blanco". Esto favorece la proli­
feración de la bacteria propionibacte­rium acnes, que desencadena la inflamación.

Tratamientos

Lo último en medicina y que está dando buenos resultados en el tratamiento del acné vulgar es el uso de
queratoliticos que eliminan la querati­na superficial y destapan las aberturas. Si hay lesiones inflamatorias se emplea peróxido de benzoilo y si éstas no ceden, se procede al empleo de antibióticos locales o sistémicos.
Los antiandrógenos son útiles en las mujeres que no responden al tratamiento antes mencionado, aunque deben evitarlos las fumadoras e hipertensas. El otro tratamiento es el láser erbium microfraccionado lotus II, que produce exfoliación de las capas su­perficiales de la piel.
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