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Desde el martes pasado, un grupo mayoritario de mujeres se presentó en la obra de refacción y ampliación del servicio sanitario, ubicado en las calles Natalio Roldán y Pasaje 31 de Agosto, para realizar una olla popular. Piden que abran las puertas del edificio para que médicos y agentes sanitarios puedan desempeñar allí sus tareas, pese a que la construcción no está terminada.
La obra, que corresponde al Fondo de Reparación Histórica, se inició en agosto de 2013 con un plazo de construcción de 240 días corridos y con una inversión de $2.461.659.
Este trabajo tuvo además reiteradas manifestaciones de los obreros porque la construcción quedó paralizada. Dos años y dos meses después, la refacción y ampliación está en el 80% y según los trabajadores, falta el tendido eléctrico y los detalles finales.
Una de las vecinas manifestó que "hace unos siete meses que no hay nadie. Ya presentamos notas ante el Gobierno y ante el hospital, pero no hay respuestas. Es imposible seguir esperando; necesitamos una atención digna y por eso pedimos que los profesionales vengan a trabajar acá, no permitiremos que los manden de casa en casa. Ésta es su casa y si la tenemos que terminar nosotros, lo vamos a hacer; si tenemos que instalar la electricidad lo haremos y todo lo que sea necesario".
Sedes prestadas
Los médicos atendieron en instalaciones cedidas por Bomberos Voluntarios y ahora están en una vivienda particular del barrio Juventud Unida, mientras que los agentes sanitarios lo hacen en el precario Centro de Salud, en medio de los materiales de construcción.
Tras realizar la protesta con olla popular, los vecinos comentaron que personal de Inspección del Ministerio de Economía, Infraestructura y Servicios Públicos llegó al lugar para dialogar y explicar que el Gobierno rescindió el contrato a la empresa Galli Construcciones, por incumplimiento. En consecuencia, se deberá asignar a una nueva empresa, proceso que demoraría aproximadamente tres semanas.
"Vamos a esperar estas tres semanas, pero estaremos presentes, seguiremos estando hasta tener una respuesta favorable. El Gobierno se burló de los niños, de las personas enfermas, de las embarazadas, se burló de nuestra dignidad. Vamos a pedirles a los agentes de salud y médicos que trabajen en estas instalaciones, no vamos a permitir la atención en otras partes. Tenemos pensado hacer un juicio contra la empresa Galli por daños y perjuicios".