El exjefe de la División Trata de la Policía Provincial, Rubén Ángel Aguirre, y el policía Rodrigo Iván Andrada fueron condenados a ocho años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua por torturar a José Cayetano Sulca para que se inculpara del asesinato de la joven de Guachipas, Noelia Yohana Rodríguez, desaparecida desde el año pasado.
El juez Marcelo Rubio, vocal de la Sala V del Tribunal de Juicio, ordenó que ambos efectivos sean detenidos una vez que esté en firme la condena y, mientras tanto, les prohibió que se acerquen a menos de 400 metros del trabajo y la casa de Sulca.
Según la carátula de la causa, la condena de ambos efectivos fue por los delitos de apremios ilegales agravados y torturas en concurso real.
En el mismo fallo, el juez Rubio absolvió a Daniel Armando Córdoba, por el beneficio de la duda, así como a Héctor Daniel Orquera y Abel Alejandro Martín por no mediar acusación en su contra.
Según la denuncia, el 22 de mayo del año pasado, José Cayetano Sulca fue detenido, alrededor de las 10, por un grupo de ocho policías en el lugar donde estaba trabajando, en medio de los cerros de Santa Bárbara, cerca de Guachipas.
Fue llevado a la subcomisaría de esa localidad y allí fue sometido a un interrogatorio en el que lo inducían a confesar el crimen de Noelia Rodríguez, desaparecida desde el 4 de mayo. Golpes en la boca del estómago, cachetadas, patadas en las rodillas y tirones de cabello fueron parte de las horas de tortura que vivió. No fue la única vez. Al día siguiente, en la noche, fue agredido en una pieza de la subcomisaría, pero esta vez a los golpes sumaron la asfixia con una bolsa de plástico y una picana eléctrica que le aplicaron en una pierna, en los testículos y el ano. A los tres días y luego de recuperarse, Sulca hizo la denuncia.