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Todo empezó cuando comenzaron a vender ropa usada y, con solo 500 pesos, decidieron emprender un negocio propio.
Padres del pequeño Thiago, pensaron que podían vender para poder solventar la economía familiar, pero a la vez buscaban algo diferente e innovador, una opción que no existiera en la ciudad.
"¿Y si pintamos zapatillas a mano? pensamos un día. Entonces empezamos a juntar ropa usada y la vendimos para ahorrar dinero, buscamos zapatillas lisas, pero solo alcanzó para alpargatas y así empezamos", contaron a El Tribuno estos jóvenes emprendedores.
Con el asesoramiento de Irineo Benítez, padre de Ivana y reconocido dibujante de Orán, primero vendieron alpargatas hasta que juntaron el dinero suficiente para realizar un pedido de zapatillas.
Arrancaron por pedido
Comenzaron a realizar encargos a pedido y a difundir sus diseños exclusivos a través de su página de Facebook Bambú Orán,
El éxito no tardó en llegar: los productos fueron muy bien recibidos por la gente de Orán, Yrigoyen, Pichanal y Embarcación.
"No podíamos creer el éxito que tuvimos", contaron entusiasmados.
Gracias al aumento de las ventas, debieron instalar un local para exhibir sus productos. Allí debieron enfrentar la falta de recursos, pero otra vez se las ingeniaron y pidieron prestado el garaje a la abuela de Roberto, aprovecharon sus talentos para pintarlo, armar estanterías, exhibidores y decorarlo ellos mismos.
"Mi mamá nos ayuda muchísimo, teje y cose mochilas, toallas, cartucheras y carteras, para que nosotros las personalicemos y se conviertan en artículos únicos en el mercado", explica Roberto
Ivana y Roberto siguen creciendo. Actualmente diseñan también buzos y zapatillas para las promociones escolares de la zona.
Todos los días trabajan incansablemente para lograr sus objetivos. Su empuje y sus ganas de trabajar hicieron que las palabras de aquellos que les decían que no iban a poder cayeran en saco roto.
Los jóvenes querían hacer algo diferente y, simplemente, lo hicieron.