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En Salta, la situación del gobernador Felipe Heredia, hermano del asesinado gobernador de Tucumán, se hizo insostenible, sobre todo después de que los jefes políticos de los partidos de Campo Santo, Metán y la Frontera del Rosario, coroneles Pedro José de Figueroa, Juan Manuel Pereda y José Tomás Toledo, se pronunciaron en su contra empuñando las armas.
Los acontecimientos se precipitaron y, el 17 de noviembre de 1838, Heredia delegó el mando en una comisión gubernativa, pero no hubo un gobernador titular hasta fines de ese año. Es entonces cuando José Tomás Toledo, presidente de la Legislatura de Salta, asumió interinamente el mando gubernamental y trasladó a Yatasto la sede provisoria del gobierno, un lugar estratégico para las comunicaciones entre Salta y Tucumán.
Su propósito era colaborar estrechamenente con la organización de la Liga del Norte, en cuyo frente se pondría al doctor Marco de Avellaneda.
Fue así como la histórica casa de Yatasto, que hospedara a Belgrano, San Martín y otros héroes de la independencia, fue sede del Gobierno de Salta hasta fines de 1838, cuando asume Manuel Solá Tineo como gobernador titular.
Este tomará parte activamente en la lucha armada contra Rosas, pero la suerte de las armas favoreció una vez más a la causa federal. Lavalle, Lamadrid y otros jefes fueron derrotados y, finalmente en la batalla de Famaillá, la Liga del Norte fue completamente desbaratada. Los unitarios debieron emprender la penosa huida hacia Bolivia.
En Yatasto se habían acantonado tropas salteñas que intentaban apoyar al general Lavalle en su retirada, pero las avanzadas federales las derrotaron. Es por ello que el general Manuel Oribe, cuando llega al lugar ordena el saqueo de la hacienda de la tradicional familia Toledo y Pimentel. Luego se dirige a Metán, donde instala su campamento en 1841. Lavalle será muerto en Jujuy, mientras que Avellaneda es capturado en Alemanía y entregado a Oribe. Este ordenará su ejecución.
Después de las luchas civiles, la casa de Yatasto volvió a ser la residencia de los Toledo y Pimentel. Años después se produjo un largo litigio con la familia Gómez Rincón, que quedó como la nueva dueña de la estancia. En 1930 los Gómez Rincón fueron protagonistas de la política salteña, y en 1941 el diputado nacional Dr. Abel Gómez Rincón consiguió que la Nación declarara "Monumento Histórico" a la sala de Yatasto, la que hoy es mal llamada "Posta de Yatasto".