Un fin de semana violento vivió la ciudad de Orán. A un efectivo de la policía Motorizada debieron amputarle un dedo de una de sus manos, luego de recibir una pedrada por parte de una patota. Todo ocurrió en el paraje Bermejo y Perito Moreno del Barrio Aeroparque, dado que, según denunciaron vecinos, un grupo se encontraba arrojando piedras a distintos domicilios, causando destrozos.
Al llegar al lugar, los uniformados encontraron gran cantidad de personas quienes al notar la presencia policial comenzaron a arrojar piedras contra los efectivos, resultando uno de los motoristas con un impacto en su mano derecha.
En forma inmediata fue trasladado al Hospital San Vicente de Paul donde fue examinado por el médico de guardia, el cual diagnosticó "amputación traumática de 3ª falange de dedo meñique mano derecha".
Luego por inmediaciones de la Iglesia Santa Teresita, se procedió a la demora de diez personas, y se les imputa el delito de daños calificados, atentado y resistencia a la autoridad; entorpecimiento de un procedimiento policial y amenazas.
"Nos sorprendió la violencia"
En diálogo con Tempranísimo, de Radio A de Orán (92.3) , el comisario Daniel Coronel, II Jefe de la Unidad Regional Nº 2, expresó que el último fin de semana estuvo desbordado por los hechos delictivos y casos de violencia, teniendo incluso que prestar servicios en la localidad de Embarcación. El funcionario dijo que "fueron sorprendidos por la gran cantidad de intervenciones que debieron realizar", superando a los días normales de trabajo.
Coronel señaló que el común denominador de la mayoría de los hechos es el consumo elevado de alcohol. "Los enfrentamientos en los barrios se dan generalmente en horas de la madrugada, cuando los jóvenes vuelven de los locales bailables". En este sentido, señaló que dentro de los boliches "es casi imposible controlar la cantidad de bebidas que se vende por cliente", lo que si se evita es que salgan con alcohol hacia las calles.
Sin embargo, según manifestó el comisario, "afuera de estos locales nocturnos quedan los menores que también consiguen alcohol fácilmente debido a comerciantes inescrupulosos que venden a cualquier hora de la noche, y familias que realizan el negocio a escondidas pasando bebidas por una ventanita", detalló.
El jefe policial destacó que entre el sábado y domingo, a raíz del consumo irresponsable de alcohol hubo muchos enfrentamientos callejeros que terminaron con civiles y policías heridos, además de móviles policiales dañados y varios detenidos. "La violencia fue mucha y esto nos orprendió", analizó.
Un fin de semana violento vivió la ciudad de Orán. A un efectivo de la policía Motorizada debieron amputarle un dedo de una de sus manos, luego de recibir una pedrada por parte de una patota. Todo ocurrió en el paraje Bermejo y Perito Moreno del Barrio Aeroparque, dado que, según denunciaron vecinos, un grupo se encontraba arrojando piedras a distintos domicilios, causando destrozos.
Al llegar al lugar, los uniformados encontraron gran cantidad de personas quienes al notar la presencia policial comenzaron a arrojar piedras contra los efectivos, resultando uno de los motoristas con un impacto en su mano derecha.
En forma inmediata fue trasladado al Hospital San Vicente de Paul donde fue examinado por el médico de guardia, el cual diagnosticó "amputación traumática de 3ª falange de dedo meñique mano derecha".
Luego por inmediaciones de la Iglesia Santa Teresita, se procedió a la demora de diez personas, y se les imputa el delito de daños calificados, atentado y resistencia a la autoridad; entorpecimiento de un procedimiento policial y amenazas.
"Nos sorprendió la violencia"
En diálogo con Tempranísimo, de Radio A de Orán (92.3) , el comisario Daniel Coronel, II Jefe de la Unidad Regional Nº 2, expresó que el último fin de semana estuvo desbordado por los hechos delictivos y casos de violencia, teniendo incluso que prestar servicios en la localidad de Embarcación. El funcionario dijo que "fueron sorprendidos por la gran cantidad de intervenciones que debieron realizar", superando a los días normales de trabajo.
Coronel señaló que el común denominador de la mayoría de los hechos es el consumo elevado de alcohol. "Los enfrentamientos en los barrios se dan generalmente en horas de la madrugada, cuando los jóvenes vuelven de los locales bailables". En este sentido, señaló que dentro de los boliches "es casi imposible controlar la cantidad de bebidas que se vende por cliente", lo que si se evita es que salgan con alcohol hacia las calles.
Sin embargo, según manifestó el comisario, "afuera de estos locales nocturnos quedan los menores que también consiguen alcohol fácilmente debido a comerciantes inescrupulosos que venden a cualquier hora de la noche, y familias que realizan el negocio a escondidas pasando bebidas por una ventanita", detalló.
El jefe policial destacó que entre el sábado y domingo, a raíz del consumo irresponsable de alcohol hubo muchos enfrentamientos callejeros que terminaron con civiles y policías heridos, además de móviles policiales dañados y varios detenidos. "La violencia fue mucha y esto nos orprendió", analizó.