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En su mensaje del Viernes Santo, Zanchetta pidió por la unión de la familia

Domingo, 05 de abril de 2015 00:30
Gustavo Oscar Zanchetta, obispo de la Diócesis de Orán.<br>
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Cientos de oranenses participaron la noche del Viernes Santo del vía crucis llevado a cabo desde la Cruz del hospital San Vicente de Paúl, en San Ramón de la Nueva Orán, hasta la Catedral.

Luego de recorrer las calles de la ciudad, el obispo de la diócesis, Gustavo Oscar Zanchetta, habló de "la Pasión de Cristo, que la vivimos en el corazón no como un hecho del pasado, sino como una realidad en nuestra propia existencia porque el Señor sigue siendo crucificado en medio nuestro".

Droga, ambición de poder, corrupción, pobreza, marginación, son algunos de los adjetivos que utilizó el obispo en su discurso antes de las elecciones que tendrán lugar el próximo 12 de abril en la provincia.
"Hoy se hace crucificar a personas buenas, se mata al inocente, se le quita la vida al niño por nacer, se confunden las cosas para que esté preso el que no es culpable y se libera a los corruptos, a los que trafican con la vida, a los que se enriquecen a costa del sufrimiento ajeno, a los que matan silenciosamente envenenado a nuestros jóvenes porque les venden droga", sentenció con dureza el obispo.

Particularmente en estos tiempos preelectorales llamó la atención a todos los que se postulan para un cargo de responsabilidad en las próximas elecciones: "Tengan bien presente, hermanos míos, que se postulan para servir al bien común de la sociedad", dijo el obispo y agregó que "para ayudar desde la función pública a superar las diferencias, a luchar por la dignidad de las personas, a contribuir al bienestar de las familias y a erradicar la pobreza y la desigualdad".

En este contexto, Zanchetta les pidió a los adversarios políticos que "no se descalifiquen, sumen y no resten, sean capaces de trabajar en común porque su pueblo los necesita. No se corrompan; jamás acepten un cargo si conlleva el precio de hipotecar su honestidad, su dignidad como hijos de Dios y sus sanos principios", recomendó.

"No prometan lo que no puedan cumplir", sentenció.

Fue enfático a la hora de hablar de las campañas políticas, pidió que el dinero que se utiliza para tapar la ciudad de afiches, fotos y cantos publicitarios se destinen para paliar los sufrimientos de los inundados, de los que no tienen techo, de los que les falta lo suficiente para vivir dignamente.

El obispo finalizó su mensaje del Viernes Santo exhortando a todos los presentes, como responsables del bien común de la sociedad, a que "no pidamos a los dirigentes lo que no somos capaces de ofrecer en nuestro compromiso cotidiano, sabiendo que en cada buena intención, en cada pequeño gesto de humanidad, el buen Jesús estará ahí para ayudarnos, porque sigue presente, pobre y crucificado, en las llagas sufrientes de nuestra gente".
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