inicia sesión o regístrate.
El encuentro es en la plaza San Martín y, utilizando cajas de cartón, confeccionan "cuchas" del tamaño suficiente para que un perro callejero pueda refugiarse de las bajas temperaturas que se hacen sentir en este invierno.
"Somos más de diez personas que, convocadas por Norma Ruiz Díaz, hace un mes nos pusimos en contacto a través de las redes sociales. Lanzamos el pedido de colaboración de materiales como cartón, cinta adhesiva y alimentos y la respuesta nos sorprendió gratamente", explicó Débora García, una de las voluntarias.
Los responsables del proyecto "Refugio callejeritos" busca concientizar sobre lo importante que es ayudar a los perros sin dueño a combatir el frío y el hambre. La idea surgió a partir de una foto publicada en Facebook que muestra una cucha muy sencilla de cartón forrada en plástico, muchas veces bolsas del propio alimento canino, que aprovechan por su calidad y grosor.
Ante la propuesta el grupo no dudó, sus integrantes se organizaron y crecieron. Comenzaron a juntar cajas y bolsas, hicieron su primera producción y salieron a colocarlas en distintas plazas de la ciudad. Hoy son más de 100 las personas que colaboran directa o indirectamente con esta propuesta que tiene como único fin proteger a los canes abandonados.
Que se sumen muchos más
"El objetivo es que la gente se sume con su trabajo o donación, produzca y distribuya las cuchas por su cuenta. En cada barrio hay lugares donde circulan muchísimos perros y espacios que son ideales para dejarlas. En general, la gente que ama los animales tiene el ojo atento a estas cosas y lo más práctico es que lo resuelvan fácil y rápidamente armando una casita y dejándola en su zona, donde pueden cuidarla y mantenerla", explican los voluntarios.
Simultáneamente, siempre hay un encargado de controlar los lugares donde se destinan los refugios, los reponen, los reparan si es necesario y distribuyen alimentos que consiguen a través de donaciones.
Compartir responsabilidad
El problema de los animales abandonados demanda un trabajo serio y a largo plazo, que incluye concientización, programas serios de castraciones y un compromiso del Estado y los particulares. "Son muchos los animales que sufren y nos necesitan. Este es nuestro pequeño aporte: hacer e impulsar a otros a que hagan lo mismo", dice Débora. La respuesta de la gente gratifica y el grupo hizo contacto inclusive con la ciudad boliviana de Tarija. "Prometieron enviar manta polar para empezar a fabricar abrigo para nuestros perritos", cuenta.
Para quienes quieran colaborar o sumarse a la propuesta pueden dejar un mensaje en Facebook "manos a la obra por los callejeritos".