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El deseo de los jóvenes de trabajar se contrapone con el desempleo creciente. Por eso, se insertan en lugares informales donde muchas veces resultan perjudicados.
Ante la crisis que está destrozando miles de fuentes laborales, Orán no es la excepción. Muchos de esos jóvenes no lo piensan y buscan trabajo en las fuerzas de seguridad.
Por eso, más de mil jóvenes se presentaron en el Escuadrón 20 de Gendarmería, pero solo 766 pasaron la prueba física y se embarcarán rumbo a Córdoba el día 15, con el objetivo de enfrentarse a pruebas psicológicas y culturales.
La mayoría de los testimonios recogidos indican que no es sólo la vocación de ser gendarmes lo que los anima sino, sobre todo, tener una salida laboral inmediata y estable.
Entre los argumentos que esgrimen los jóvenes se escucha la falta de oportunidades laborales, la presión familiar por generar ingresos y la falta de recursos para encarar una carrera universitaria.
El ingreso económico que percibirán los que egresen como alférez ronda los 6.000 pesos, además de los beneficios sociales y aportes jubilatorios.
De todos modos, en el curso de 6 meses deberán superar, primero pruebas teóricas y prácticas en la escuela que la fuerza posee en Córdoba.
Los padres, preocupados
En todos los casos, los padres coinciden no solo en la falta de oportunidades de trabajo en la ciudad, sino también en la imposibilidad de mandarlos a la Universidad.
Muchos colaboran fuertemente en la búsqueda laboral de sus hijos, movilizando a todos sus contactos y alentándolos a no bajar los brazos. Y cuando los jóvenes no tienen otra opción que alejarse de la ciudad, el impacto es doloroso.