La burocracia, otra vez en la vida de Bautista

María Crisol necesita estar fuerte. Debe estar en perfecto estado de salud para abocarse a pleno al cuidado de su hijo Bautista Álvarez, quien padece "huesos de cristal" (osteogénesis imperfecta) y el 11 de setiembre será operado. Ocurre que la madre no está bien. Hace 3 meses le descubrieron una afección cardíaca que prácticamente la inmoviliza y la intervención médica para mejorar su estado fue postergada por cuestiones burocráticas.
Según contó María a El Tribuno, debe ser sometida a una microcirugía para tratar la taquicardia supraventricular que sufre. El tratamiento no es riesgoso y le significaría terminar con las constantes arritmias, mareos y descomposturas que la paralizan.
Como no tiene obra social, la mujer acudió al hospital San Bernardo, pero en el nosocomio no cuentan con el aparato para la cirugía y la derivaron al instituto privado Cenesa. En el centro médico, el instrumento está averiado y la operación que tenía prevista para ayer se postergó a fecha indefinida.
"Pregunté en el Servicio Social del hospital si me podían derivar a otro lugar, pero solo tienen acuerdo con el Cenesa", dijo la madre.
Desidia que duele
Bautista cumplió 5 años hace dos semanas. El año pasado, en el hospital Garraham de Buenos Aires, fue sometido a una compleja cirugía para implantarle clavos quirúrgicos en las tibias, de manera de otorgar un poco más de resistencia a sus frágiles piernas.
La operación fue un éxito aunque hubo un inconveniente: por desórdenes burocráticos del programa Federal Incluir Salud (ex-Profe), los clavos utilizados no fueron los indicados. Bautista necesitaba un material que se extendiera a medida que su cuerpo creciera, pero le implantaron clavos comunes que ahora tienen que ser reemplazados por unos telescópicos.
Al igual que cada vez que Bautista debe ser tratado en el Garraham, la madre comienza su peregrinar para conseguir fondos para la estadía en Buenos Aires. Los $25 que otorga el Profe para gastos diarios no alcanzan.
El último viaje lo realizaron a principios del mes pasado. El niño tenía que someterse a controles traumatológicos, endocrinológicos y odontológicos antes de la operación. En la oportunidad, jugadores de Juventud Antoniana hicieron una colecta para ayudar a María a solventar los costos.